MURCIA. Un dron sobrevuela estos días la capilla donde descansan los restos de Alfonso X El Sabio. No busca imágenes espectaculares, sino grietas, humedades y señales del paso del tiempo en el sepulcro del monarca. Gracias a sus cámaras de alta resolución y térmicas, este dispositivo permitirá conocer con detalle el estado de conservación del monumento antes de iniciar su restauración.
El Ayuntamiento de Murcia ha puesto en marcha así la primera fase de conservación del sepulcro, situado en la Catedral, con un presupuesto de 32.500 euros. Esta etapa, centrada en analizar el estado de la tumba, servirá para preparar los trabajos de restauración que se llevarán a cabo en los próximos meses.
Los trabajos durarán alrededor de un mes y, según explicó la vicealcaldesa y concejal de Patrimonio, Rebeca Pérez, el proceso será abierto al público. Se organizarán visitas guiadas y se instalará un andamio visitable desde el que los ciudadanos podrán ver de cerca cómo se realiza la restauración. “Queremos que los murcianos vivan de primera mano cómo se cuida un elemento clave de nuestro patrimonio”, señaló Pérez. Además, se grabará un reportaje gráfico para dejar constancia de todo el proceso y poder compartirlo más adelante.

- Trabajos de conservación -
- Foto: MP
La restauradora responsable de la intervención, Josefina Monteagudo, explicó que estos estudios permiten “no solo conocer los daños existentes, sino también comprender qué factores los han provocado para evitar que se repitan”. En los análisis preliminares se ha determinado que las zonas blancas visibles en la superficie corresponden al yeso aplicado tras el incendio que sufrió la Catedral, que afectó gravemente al sepulcro. En aquel momento se empleó un yeso de alta calidad para reforzar las grietas y aliviar las pérdidas.
Monteagudo recordó que en 1987 se registraron nuevas alteraciones, aunque de carácter principalmente estético. Para evaluar su alcance, se está utilizando una cámara térmica que detecta daños producidos por la sal —uno de los principales agentes de deterioro—. “Se traza una red de puntos sobre la superficie y se realiza una limpieza controlada”, explicó. La restauradora subrayó que el yeso no será eliminado, “ya que forma parte de la historia material del monumento y retirarlo supondría una pérdida”.
Por su parte, la vicealcaldesa Pérez señaló que “gracias a las tecnologías de alta precisión, como el dron, podemos conocer con detalle el estado de conservación y planificar medidas correctivas efectivas”. El alcalde José Ballesta subrayó que esta intervención “no solo preserva un legado histórico único, sino que también servirá como un estímulo cultural y turístico, atrayendo a más visitantes a la Catedral y al conjunto histórico de la ciudad”.