MURCIA (EFE). La Fundación Aladina, que trabaja con niños y adolescentes con cáncer, pondrá a la venta durante las Fiestas de Primavera de Murcia 5.000 pañuelos huertanos para recaudar fondos para construir un gimnasio específico para pacientes oncológicos infantiles en el hospital Virgen de la Arrixaca, que será el primero en España de esas características.

La fundación reconvierte así sus tradicionales pañuelos solidarios, con los que se puede apoyar la labor de la entidad de manera habitual, en “pañuelos huertanos”, con el objetivo de impulsar esta venta solidaria durante las próximas Fiestas de Primavera.

Según ha explicado durante la presentación de la campaña la presidenta de la fundación, Ishtar Espejo, el gimnasio que está previsto construir en la Arrixaca tiene un presupuesto en torno a los 800.000 euros y el inicio de las obras es inminente, una vez que el Ayuntamiento ha cursado ya las correspondientes licencias de obras, por lo que la recaudación de fondos es fundamental para poder llevar a cabo este proyecto.

Los pañuelos se venderán a un precio de 6,95 euros en las barracas que las peñas huertanas instalan durante las fiestas por todo el municipio, y podrán adquirirse también en El Corte Inglés, o través de la web de la fundación, "latiendadealadina.org".

El Ayuntamiento de Murcia apoya esta campaña, que será publicada en mupis y marquesinas y que cuenta también con un spot en vídeo protagonizado por dos menores con cáncer y la Reina de la Huerta, Isabel María García, que ha considerado que este será uno de los actos de su reinado que recordará con mayor cariño.

En la Región de Murcia se diagnostican cada año de media entre 80 y 100 casos de cáncer infantil, y en España los nuevos casos detectados anualmente están entre los 1.200 y 1.500.

Muchos de estos menores participan en los programas de ejercicio físico que promueve Aladina, que trabaja en un total de 22 hospitales de todo el país, entre ellos, el Virgen de la Arrixaca, donde actualmente los menores realizan programa de entrenamiento en espacios del propio hospital, como habitaciones, pasillos o salas de espera.

El gimnasio oncológico pediátrico, una vez construido, estará abierto también a todos los niños hospitalizados en el centro, sea cual sea su enfermedad, así como a personal y familiares.

Tendrá una superficie de unos 400 metros cuadrados y estará dotado con boxes para rehabilitación y fisioterapia, una zona abierta con maquinaria y espacio para realizar actividades deportivas y lúdicas, y una zona exterior de unos 200 metros cuadrados.