MURCIA. Las olas de calor de este verano han obligado a bares, restaurantes y comercios de Murcia a replantearse su rutina. Desde cierres temporales hasta ajustes de horarios, pasando por la ampliación de terrazas, los negocios buscan mantener la actividad mientras las temperaturas alcanzan ya los 43°C.

Cierres y horarios ajustados

Algunos bares céntricos cerraron durante la semana del ecuador de agosto, tanto para dar vacaciones al personal como para afrontar la escasa afluencia de clientes debido a las altas temperaturas. Ahora, han adaptado sus horarios: cierran al inicio de la tarde, cuando la mayoría prefiere quedarse en casa, aunque por las noches "el local se llena bastante", aseguran desde un bar de la Plaza de Europa.

De manera similar, un comercio de la calle Trapería, que antes permanecía abierto todo el día, ha decidido cerrar al mediodía y reabrir sobre las 17:30. “Así ahorro en aire acondicionado, que hay que poner al máximo para mantener el local fresco”, indica su propietario.

Otras tiendas, a escasos metros, permanecen abiertas y se sitúan como refugios climáticos durante la ola de calor. “Mucha gente se queda un rato aquí para huir del calor, y muchas veces acaban comprando algo; el producto estrella son los abanicos y los pequeños ventiladores portátiles”, asegura entre risas la dueña del local.

Terrazas al aire libre

Este verano también ha crecido de manera notable el número de bares que han apostado por instalar terrazas. Desde la Plaza de las Flores hasta los barrios, cada vez son más los locales que sacan mesas a la calle, ofreciendo a los clientes un espacio al aire libre donde sobrellevar las altas temperaturas.

En el centro predominan terrazas, mientras que en zonas más alejadas, como Juan de Borbón o Ronda Norte, los locales apuestan por espacios amplios, ideales para familias y grupos grandes.

A pesar del calor extremo, el verano también ha traído nuevos locales que se suman a la oferta de espacios frescos y adaptados a las necesidades del cliente durante estos días de altas temperaturas. Pero no todas las novedades son para celebrar: algunos comercios históricos del centro han cerrado definitivamente, y varios restaurantes han tenido que cesar su actividad temporalmente durante los días más calurosos.