MURCIA (EFE). El Ayuntamiento de Murcia se ha comprometido este miércoles a prevenir y luchar contra la adicción al juego, especialmente en edades tempranas, y se ha sumado a la Declaración de Oviedo, aprobada en enero de 2024 por Naciones Unidas y que incluye diez propuestas para integrar la prevención en las políticas sobre drogas.

El pleno ha aprobado una declaración institucional en ese sentido, apoyada por todos los grupos municipales a raíz de una moción planteada por el PSOE, cuya concejala Esther Nevado ha subrayado que la edad medida en la que los adolescentes se inician en el juego es de 14,7 años, tanto online, como de manera presencial, y más de una cuarta parte de los jóvenes murcianos, un 25,6 por ciento, ha participado en apuestas online con dinero real durante el último año, más del doble que la media nacional, que es del 10,7 por ciento. En cuanto al juego presencial, el 28,9 por ciento de los jóvenes de la región reconocen haber apostado, frente al 17,7 por ciento de la media estatal.

El problema de la adicción al juego, ha subrayado, tiene una incidencia especial en la ciudad de Murcia, donde hay un salón de juegos por cada 3.665 habitantes, por encima de la media regional, que es de uno por cada 4.068 habitantes, y cuatro veces superior a la media nacional (un salón por cada 13.000 habitantes).

Por ello, el pleno se ha comprometido a prohibir la publicidad de esos locales en espacios públicos municipales y mobiliario urbano, así como el patrocino de esas empresas a eventos benéficos, infantiles, juveniles o festivos.

También se excluirá de ayudas y subvenciones a equipos deportivos patrocinados por este tipo de empresas, y se modificará el Plan General de Ordenación Urbana para establecer un uso específico del suelo relacionado con el juego y las apuestas.

Asimismo, el pleno ha pedido al Gobierno de la comunidad autónoma que modifique la ley regional del juego para establecer distancias mínimas entre los salones de juego y los centros educativos o sanitarios.

Por último, el ayuntamiento se ha sumado a la Declaración de Oviedo, un decálogo internacional sobre la prevención de adicciones, que apuesta por destinar el 25 por ciento del presupuesto ligado a las políticas de adicciones a la prevención, promover ese tipo de políticas desde edades tempranas, fomentar la investigación para elaborar proyectos preventivos más eficaces o incorporar enfoques trasversales en esta materia, entre otras medidas.