MURCIA. Las pedanías del norte y este de Murcia se han consolidado como los principales polos de atracción de inversión en obra nueva. Churra y Guadalupe concentran en estos momentos algunos de los proyectos residenciales más ambiciosos fuera del casco urbano, impulsando de forma notable el desarrollo de estas zonas y tensionando al alza los precios de la vivienda.
La pedanía de Churra se ha convertido en uno de los principales ejes de la nueva construcción en Murcia. Los terrenos que antes ocupaba la huerta se transforman poco a poco en nuevas urbanizaciones. Los proyectos asociados al plan parcial Churra IV, aprobados el pasado verano, permitirán levantar hasta 1.800 viviendas, consolidando a esta zona como un motor del crecimiento urbano del municipio.
Los desarrollos se ubican entre el sur de la avenida Reino de Murcia —a la altura de la Rotonda de los Cubos— y las inmediaciones de la Ermita de la Cruz, con acceso a la avenida Juan de Borbón, que conecta con los principales centros comerciales como Thader y Nueva Condomina. Las nuevas promociones convivirán con la futura Ciudad Deportiva del Real Murcia, un proyecto que avanza en trámites y reforzará el atractivo de la zona.
Por su parte, la zona de Nueva Condomina también vuelve a activarse tras casi veinte años de parón. La primera promoción de viviendas en mucho tiempo incluye 174 unidades distribuidas en dos torres de 16 plantas, con tipologías variadas que van desde bajos con jardín y piscina privada hasta áticos con jacuzzi y vistas panorámicas de 360 grados. Este desarrollo reactiva el plan parcial de Churra y marca un hito en la transformación residencial de la pedanía.
Mientras Churra lidera el crecimiento en volumen, Guadalupe destaca por su dinamismo en proyectos residenciales de menor escala pero de alto interés estratégico. Destaca el proyecto S4L de Iberdrola Inmobiliaria, compuesto por 120 viviendas de 1 y 2 dormitorios, disponibles para corta o larga estancia.
A esta iniciativa se suma otra promoción de 50 viviendas, que refuerza la presencia de obra nueva en Guadalupe y refleja la consolidación de la pedanía como un sector residencial próximo a la ciudad, con buena comunicación y demanda estable de alquiler.