MURCIA.La hostelería murciana se enfrenta cada año al reto de mantener su actividad durante el mes de agosto, cuando gran parte de la población se desplaza a la costa. "Hay poca afluencia, como es habitual, pero ya hace años que la ciudad no se queda tan desierta. Hay muchos servicios funcionando”, señala José María Rubiales, presidente de la asociación de hostelería HoyTú. Eso sí, advierte que el contraste se percibe sobre todo los fines de semana: “Es cuando más se nota que la gente se va a la playa. Curiosamente, entre semana hay más ambiente porque muchos siguen trabajando y permanecen en la ciudad".

Uno de los factores que está ayudando a mantener el pulso de los bares y restaurantes es el cambio social en los hábitos laborales. “La mayoría de los clientes que tenemos en agosto son trabajadores. Hoy en día, en muchas parejas trabajan ambos, y es difícil que los dos puedan cogerse todo el mes de vacaciones al mismo tiempo. Afortunadamente, eso se nota en la actividad, porque hay más gente que permanece en la ciudad”, explica Rubiales.

A ello se suma una creciente presencia de turistas extranjeros, un perfil que hasta hace una década apenas se dejaba ver por la ciudad. “Ese tipo de cliente no lo teníamos hace 15 años. Ahora, con Cartagena saturada por el turismo de cruceros, muchos vienen a Murcia a visitar las zonas más conocidas como la Catedral. No se quedan a cenar, pero durante el día sí hacen gasto en bares y restaurantes", aclara.

Pese a estas mejoras, Rubiales insiste en que la ciudad necesita más estímulos culturales para retener a quienes se quedan. “Faltan muchas más iniciativas, más actos. Hay que mover las plazas, como se ha hecho con el Romea y sus conciertos. Por el día es difícil por las altas temperaturas, pero por la noche se pueden hacer muchas cosas”, señala.

Desde la asociación defienden que los empresarios están dispuestos a colaborar, pero que las herramientas para dinamizar la ciudad deben partir de la Administración. “Las iniciativas tienen que salir del Ayuntamiento. El empresario está loco por hacer cosas, pero necesita apoyo institucional.”

En cuanto al cierre temporal de negocios, Rubiales reconoce que muchos bares pequeños optan por cerrar en agosto debido a la falta de personal o a que no les compensa abrir. “Los grandes restaurantes sí se mantienen, pero los pequeños locales, con uno o dos trabajadores, suelen cerrar en este mes.”