MURCIA (EP). La Gran Vía de Murcia vuelve este lunes a la normalidad tras la finalización de las obras de reparación de la avería originada en una de las arterias principales del municipio, tras haberse detectado una fuga en los entronques de la red arterial principal de 900 milímetros.

La intervención, que comenzó el pasado lunes tras la localización de la fuga, se ha acometido en con la mayor rapidez, garantizando la mejora estructural del sistema de abastecimiento y suministro de agua, así como minimizando las molestias en la circulación y el transporte público.

La correcta ejecución de la obra ha contado desde el principio con la supervisión del Servicio de Arqueología Municipal y de Aguas de Murcia, lo que ha garantizado el respeto al patrimonio histórico y la calidad técnica de la intervención. A su vez, se ha mantenido el suministro de agua en toda la zona, lo que permite que vecinos y comercios continúen con sus actividades sin alteraciones.

El operativo de tráfico, coordinado conjuntamente por la Policía Local y el Servicio de Transportes, ha asegurado que el carril bus, que discurre desde Plaza Martínez Tornel hasta Plaza Circular, permanezca habilitado para el transporte público. Asimismo, se han establecido alternativas de circulación para minimizar las afecciones en la movilidad de residentes y usuarios del sistema.

Obras

En concreto, se han reemplazado 30 metros de tubería de fundición dúctil (FD 200), abarcando la sustitución del tramo afectado y la renovación de intersecciones y válvulas en puntos estratégicos; reforzando la infraestructura y reduciendo así la probabilidad de futuras averías.

Así como intervenciones en la red e instalación de tubería hidráulica. De esta forma, se ejecutó la derivación del Canal 900-D150 hasta el entronque con la calle Barítono Marcos Redondo, así como el montaje de la tubería DN200, que conecta el nodo de la calle Fernández Ardavín con la red de distribución.

Además de la rehabilitación de la zona de obra, que incluyen el relleno y compactación de 120 metros cúbicos de suelo cemento, así como la finalización con hormigón, lo que permite habilitar el paso de vehículos pesados en la zona afectada.

A pesar de algunos contratiempos derivados de inclemencias meteorológicas, el equipo de intervención ha trabajado de manera coordinada para finalizar las labores hidráulicas y la rehabilitación del espacio vial en el menor tiempo posible y permitiendo que se restablezca la normalidad.

Tras la finalización de las obras, el servicio de transporte público recupera la normalidad, restableciendo los recorridos habituales y paradas de las líneas afectadas durante los trabajos.

En el caso de las líneas urbanas, vuelven a su ruta original la C5, R14, R20 y R80, mientras que en las líneas de pedanías se restablecen los trayectos de la 1, 6, 26, 29, 30, 31, 44, 50 y 91.

De esta manera, se normaliza el servicio para los usuarios, garantizando nuevamente la conexión entre los distintos puntos de la ciudad y sus pedanías.