MURCIA. Lujo, serenidad, nobleza, calidez, confort... y mucho arte. Esto es lo que se respira en este piso situado en el céntrico Paseo Alfonso X de Murcia, desde el que se pueden contemplar unas magníficas vistas de la ciudad (que incluyen la mismísima Catedral). Se trata de una vivienda que, además, es un reflejo de la personalidad, los gustos y las necesidades de sus propietarios. De ello se ha encargado el interiorista murciano Ignacio Dávalos, que al conocer muy bien a estos clientes ha podido llevar a cabo un trabajo mucho más personal. Una casa a la medida de quien la habita.

Destaca este profesional que se trata de "una casa muy sencilla, muy abierta y muy diáfana, donde la prioridad ha sido buscar la calma y el relax". Apunta que el hecho de ser "una vivienda muy cálida y muy acogedora", no quita para que tenga un toque de estilo y nobleza que le proporciona la calidad de los materiales y la colección de arte compuesta por artistas murcianos actuales, pero también por cuadros antiguos de pintores del siglo XIX. Uno de los espacios que más destaca en este sentido es la cocina revestida de madera, con obras que elevan a otra dimensión el acto de preparar una comida.Y es que "lo que menos te espera ver en la cocina son unos cuadros que casi tendrían que estar en el Museo del Prado", apunta Dávalos.

Una de las características de esta elegante casa es la naturalidad, que emana de las paredes y techos revestidos en arcilla natural, en un color totalmente neutro, que le proporciona a la casa una apariencia de imperfección controlada. A todo esto se suma los suelos de madera de roble natural. Se trata de tarima de autor, que "es como la llamamos cuando nosotros elegimos la beta de la madera, el color, el barniz, los cepillados... No existe en el mercado, sino que están hechas específicamente para la vivienda. A mí me encantan porque son unas tablas mucho más largas y mucho más anchas; le dan una nobleza y un empaque especial a las casas", explica el interiorista murciano, quien apunta que "todo lo que no es arcilla está forrado en madera". También priman los colores naturales y el lino está muy presente en los textiles de camas, sofás y cocina, "buscando siempre ese aire muy natural en el espacio".

Añade este diseñador de interiores que con esta reforma se han maximizado las vistas que desde la zona de día hay del centro de Murcia. "En el salón se ha abierto todo el perímetro que daba al balcón al máximo. Tiene un sistema de ventanales que se retiran al cien por cien, quendando el hueco del balcón sin cristales, de tal forma que toda la terraza se integra en el salón y todo el salón se integra en la terraza. La comunicación interior y exterior en esta vivienda la convierte en un ático en Alfonso X", explica Ignacio Dávalos.

En el salón destaca una mesa de comedor diseñada en piedra natural, hecha específicamente para la vivienda. Del mismo material es la chimenea central que divide el salón, donde prima un estilo actual pero con un punto clásico que proporcionan las molduras curvas que hacen los ángulos entre pared y techo, también revestidas de arcilla, los cuadros -por toda la casa, incluso en los baños- y algunos muebles antiguos y piezas clásicas. También aportan ese toque de nobleza las palillerías de las paredes de madera y rodapies.

En este céntrico piso se ha buscado, como destaca el autor de la reforma, "una mezcla entre un estilo de vanguardia y lo clásico, siendo una casa que aspira a lo sencillo pero con mucha calidad". También juegan un papel importante en la decoración los muebles diseñados específicamente para la vivienda, que ademas cuenta con muchos módulos integrados -armarios, lejas, estanterías...- todo con un diseño específico para esos espacios. Destaca en este sentido el mueble junto a la mesa de comedor con libros, espejos y almacenaje idiseñado para este espacio; "un mueble específico que, incluso, da la vuelta por el recibidor para encontrar la puerta de entrada".

"Se ha logrado una buena integración en una casa actual de elementos y piezas que son familiares y que aportan muchísimo. Hay un diálogo entre el pasado y el presente, muy chulo; las piezas crean un contraste que le da a la casa un empaque fabuloso", concluye Ignacio Dávalos