“La historia no se repite, pero rima”, aseguran los historiadores de Ad Absurdum, el grupo murciano de divulgación histórica que nació hace diez años sorprendiendo a propios y ajenos al abordar la historia con un enfoque diferente, con un lenguaje directo y siempre con el humor por bandera. Desde entonces, Isaac Alcántara, Juan Jesús Botí y David Omar Sáez han arrancado sonrisas y dejado con la boca abierta con esas historias (de la Historia) que han llevado a la radio y a la televisión -asesorando en programas de divulgación como El Condensador de Fluzo y Ovejas Eléctricas- y que han plasmado en aplaudidos libros. Este miércoles 26 de marzo, este trío incombustible presenta nada menos que su sexta publicación, Historia absurda del mundo 2. ¿El fin del mundo?, en la Biblioteca Regional de Murcia, en un acto que dará comienzo a las 19.30 horas y en el que contarán con la presencia del historiador Mikel Herrán, conocido en las redes como Puto Mikel.

Murcia Plaza habla con Isaac Alcántara y Juan Jesús Botí sobre este segundo volumen de Historia absurda del mundo, que ya se encuentra a la venta en las librerías y con el que abordan la historia contemporánea desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad, en lo que se convierte en un viaje por el tiempo para comprender un poco mejor el mundo en el que vivimos. “Con el título, hacemos referencia a una frase bastante conocida en el mundo de la historiografía, que plantea que la historia llega a su fin, que no hay más guerras y que todo se estanca.. Y, obviamente, no está siendo así”.

Prueba de ello es que han elegido para ilustrar la portada una imagen de Donald Trump emulando a Charles Chaplin en El gran dictador. “Nos gusta hacer siempre referencia a la cultura popular y siendo la Edad Contemporánea un periodo con tantos cambios, hacer una referencia a la situación actual tan compleja que estamos viviendo nos parecía interesante y bastante llamativo. Es una imagen que la gente va a reconocer con mucha facilidad”, explican.

¿Para qué nos drogamos?,¿por qué es tan importante el rollo de kebab?, ¿qué narices es internet?, ¿por qué a los hombres les llevó tanto tiempo encontrar el clítoris?, ¿es lo de Elon Musk algo nuevo en política?, ¿sabías que el ibuprofeno, la máquina de vapor y la jornada de ocho horas son logros muy españoles?... Estas y otras muchísimas preguntas se responden en este libro compuesto de 37 capítulos, algunos de gran calado porque narran grandes temas y otros muy breves, “casi entremeses”. “Hay una barbaridad de cosas distintas más allá de lo político y lo militar, que es lo que todo el mundo se espera cuando encuentra un libro de historia”, avanzan.

Y aunque cada uno de los apartados tiene su gracia (y nunca mejor dicho), los autores creen que “el capítulo que va a ser el hit, aunque hay muchos que llaman la atención, es el del clítoris. Al respecto, uno de los capítulos breves trata la historia de cómo no se hizo un mapeo anatómico del clítoris hasta 2005”.

El humor por bandera

“Nuestro leitmotiv ha sido siempre el poder conjugar la historia y el humor; es nuestra seña de identidad desde que empezamos”, afirman los componentes de Ad Absurdum, quienes han demostrado que “la historia se puede contar de forma divertida, amena, entretenida, incluso haciendo una reflexión histórica profunda, pero siempre desde una perspectiva divulgativa... y si puede ser echando unas carcajadas, pues mejor”.

Además, cada uno de los divulgadores tiene sus preferencias. A Isaac, por ejemplo, lo que más le interesan son “las etapas bisagra entre una época y la otra. Al fin y al cabo, las cronologías que nosotros establecemos como historiadores son arbitrarias. Nadie se acuesta medieval y se levanta moderno, o se acuesta moderno y se levanta contemporáneo. Concretamente, el paso de la Antigüedad a la Edad Media a mí me gusta mucho”.

Juan Jesús, por su parte, siente una fascinación especial por la formación de los primeros imperios, por “cómo pequeños pueblos cogen mucha velocidad en poco tiempo, relativamente hablando, y se convierten en imperios asentados, burocráticos, complejos, etc”. Pero, lo que más le ‘flipa’ de este proceso es “cómo consiguen hacer esto, porque al final no todos son espadas”. Añade, en este sentido, que “las historias universales que se han hecho hasta el momento siempre han ido muy enfocadas hacia la historia política, la historia militar, los grandes personajes... Y nosotros hemos querido compensar un poco, hacer una historia un poco más social, tener centrado algunos capítulos en personajes más del día a día, en cuestiones más cotidianas”.

Respecto al futuro, y aclarando que ellos no son adivinos, apuntan que “la historia no se repite, pero rima”, ya que “hay ciertas estructuras y ciertos patrones que se pueden repetir al ser consustanciales al ser humano, pero cada momento de la historia tiene lo suyo”. Lo que sí parece que se repite a lo largo de la Historia es que “la humanidad siempre echa para adelante”.

Es algo que ha puesto de evidencia Ad Absurdum en sus libros anteriores: Historia absurda de España, Historia absurda de Cataluña, El pene perdido de Napoleón (traducido al portugués), Homo historicus, y la primera parte de Historia absurda del mundo, donde ya dejaron claro que el rigor no tiene por qué estar reñido con divertirse.