MURCIA. Como por todos es sabido, en el municipio de Murcia e incluso a nivel regional y nacional este año la ciudad está de aniversario. Se cumplen 1.200 años desde que Abderraman II decretara en Córdoba la creación de la nueva ciudad Medina Mursiya. ¿Pero es casualidad el número 1.200?

En el año 1200 antes de Cristo el valle del Segura estaba inmerso en la edad del bronce y cuyas poblaciones se situaban en las estribaciones de las montañas que rodean a la actual ciudad. La centuria  del 1200 de nuestra era vio morir en Damasco al erudito murciano IBN Arabí. También en esa época el poeta al-Qartayanni nos dejaría una bella descripción del valle del Segura, en su Quasida al Maqsura.

Nacerá y morirá Alfonso X El Sabio, que tanto amó a Murcia, y comenzó su relación con ella en 1243, cuando se convierte en protectorado de Castilla, y que dejará este un legado importantísimo, como, por ejemplo, el repartimiento de tierras para los nuevos pobladores, otorgó mediante privilegio rodado la creación del concejo de Murcia, reguló el mercado semanal capitalino y una red de caminos para el desplazamiento del ganado por su reino, que llamó cañadas, cordeles y veredas, existiendo todavía y que a duras penas conservamos en el municipio murciano.

No hay que olvidar al rey Conquistador Jaime I, muy decisivo para la historia murciana, que atajó la revuelta mudéjar en el año 1266 al socorrer a su yerno Alfonso.

No quisiera dejar en el tintero a la reina Violante, que desde la trastienda jugó un papel importantísimo en la pacificación de la ciudad en ese año. En el año 1294, Murcia pasará a la corona de Aragón, lo que dejaría su huella en la población murciana, por ejemplo en el dialecto murciano y que a día de hoy todavía utilizamos alguna palabra perteneciente al mismo.

1.200 no es sólo un número para la historia de la ciudad de Murcia, sino que representa unos hechos históricos, que hicieron el devenir de la ciudadanía.

Raúl Jiménez y Lorca.

Cronista de Torreaguera.