La Reserva Federal dio una alegría al dólar la semana pasada, al mantener estable su política monetaria y advertir que no tiene prisa por bajar los tipos de interés en las próximas reuniones.
Los temores en torno a la errática política comercial del presidente Trump y sus repercusiones en la economía estadounidense han golpeado al billete verde en lo que va de mes. El miércoles, el FOMC recortó sus previsiones de crecimiento, aunque también calmó los temores sobre la posibilidad de una recesión, e insinuó que seguirá bajando los tipos a un ritmo meramente gradual en 2025. Mucho dependerá del impacto de los aranceles de Trump en los datos económicos, y específicamente el de los aranceles recíprocos, que se darán a conocer el próximo miércoles.
En el Reino Unido, el Banco de Inglaterra mantuvo intactos los tipos de interés la semana pasada. Sin embargo, el Comité de Política Monetaria proporcionó un tono ligeramente más hawkish en sus comunicaciones, ya que elevó su previsión de crecimiento a corto plazo e indicó que la inflación se alzaría más de lo previsto este año, lo que dio un modesto impulso a la libra. Por otro lado, el Banco Nacional de Suiza bajó su tipo de interés otros 25 puntos básicos, en lo que muy probablemente sea el último recorte del ciclo actual.
A excepción de posibles comunicaciones sobre aranceles, los mercados se centrarán esta semana en las cifras del índice PMI de actividad empresarial del G3 de marzo (lunes), las cifras de inflación del Reino Unido (miércoles) y la métrica preferida de la Reserva Federal para la inflación estadounidense (el índice PCE) el viernes.
Euro
El optimismo generado por las medidas de estímulo fiscal alemanas ha impulsado al euro hasta casi la cima de la clasificación de divisas del G10 en lo que va de mes. Sin embargo, en las últimas sesiones hemos asistido a un leve retroceso de la moneda común europea. Aunque el acuerdo histórico alemán superó un obstáculo clave en el Parlamento la semana pasada, aún está por ver si las medidas proporcionarán un impulso significativo al crecimiento de la zona euro, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de los demás países del bloque tienen un margen limitado para hacerlo.
Las cifras del PMI de marzo de S&P publicadas esta mañana serán una prueba clave para el euro. Será interesante ver si las noticias de los estímulos alemanes reflejan una mayor confianza entre los empresarios, o si la amenaza más inmediata de los aranceles estadounidenses suponen un lastre para la actividad. Otra sorpresa a la baja podría consolidar el argumento a favor de un nuevo recorte de tipos por parte del BCE en abril, que ya está descontado en casi un 70% por los mercados de swaps.
USD
La semana pasada, el dólar recuperó terreno frente a las principales divisas, impulsado por la postura restrictiva de la Reserva Federal y por unos datos estadounidenses bastante alentadores. Tal y como se esperaba, la Reserva Federal mantuvo los tipos de interés intactos el miércoles, y revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para los próximos tres años. Con todo, el FOMC parece cada vez más temeroso de los riesgos inflacionistas. El 'diagrama de puntos' que recoge las proyecciones de tipos sugiere que sólo se prevén dos recortes de 25 puntos básicos este año, como ya se pronosticaba en diciembre.
El principal temor de los inversores últimamente ha sido que las impredecibles declaraciones sobre aranceles por parte de Trump llevaran a la economía estadounidense a una caída brusca y descontrolada. Hasta ahora, al menos, esto no se ha evidenciado en los datos, ya que los informes sobre el mercado laboral e inmobiliario sorprendieron al alza la semana pasada. Hoy recibiremos las cifras preliminares del PMI de marzo, que podrían contribuir en gran medida a aliviar los temores de recesión. Sin embargo, la atención se centrará casi exclusivamente en la presentación de los aranceles recíprocos prevista para la semana que viene, que supone el próximo gran acontecimiento de riesgo para los mercados financieros.
GBP
Como se esperaba, el Banco de Inglaterra mantuvo intactos los tipos de interés la semana pasada, aunque proporcionó un giro hawkish en sus comunicaciones. De entrada, la votación de 8-1 fue más unánime de lo previsto (7-2), ya que Catherine Mann (que estaba a favor de un recorte de 50 pb la última vez) se reincorporó al grupo de los 'halcones'.
Los responsables de la política monetaria advirtieron sobre los riesgos a la baja que suponen los aranceles del presidente Trump, aunque también mejoraron su estimación del PIB del primer trimestre y señalaron que la inflación del Reino Unido aumentaría más este año de lo que se había anticipado anteriormente. En general, las comunicaciones casan con nuestra opinión de que tan solo se producirán dos recortes de 25 puntos básicos durante el resto de 2025.
La atención se desplazará esta semana de la política monetaria a la política fiscal, ya que el Partido Laborista presentará su declaración fiscal de primavera el miércoles. Con la previsión de crecimiento del Reino Unido del OBR a punto de reducirse drásticamente, y el margen fiscal del gobierno aparentemente muy erosionado, parece muy probable que se produzcan recortes adicionales del gasto público además de los comunicados la semana pasada. No prevemos nuevas subidas de impuestos esta semana, aunque no nos sorprendería que la Canciller Reeves sentara las bases de esta estrategia en otoño.
JPY
Sigue siendo una cuestión de tiempo que el Banco de Japón vuelva a subir su tipo de interés oficial. En la reunión de la semana pasada, el Banco de Japón no introdujo ningún cambio y reafirmó su compromiso de seguir normalizando su política monetaria. En la conferencia de prensa, el gobernador Ueda hizo hincapié en la incertidumbre que generan los aranceles de EE.UU. sobre las perspectivas de crecimiento e inflación, y afirmó que el banco esperaría a que se asentara la política arancelaria antes de comprometerse a una senda concreta. Quizás por esta razón los mercados apuntan a subidas de tipos en junio o julio.
Creemos que cada reunión a partir de ahora podría ser una oportunidad para subir los tipos, sobre todo teniendo en cuenta la atención que está prestando el banco a la inflación. Las negociaciones salariales anuales de los shunto parecen abocadas a un aumento de los sueldos superior al 5%. Esto debería seguir presionando al alza los precios del consumidor y podría obligar al Banco de Japón a mover ficha.
CNY
En cuanto a fluctuaciones de divisas, la situación en China cambió poco la semana pasada. El USD/CNY repuntó ligeramente debido a la fortaleza del dólar en la segunda mitad de la semana. Los datos chinos de febrero resultaron bastante alentadores. Tanto las ventas minoristas, la producción industrial y las inversiones sorprendieron al alza. Las ventas minoristas han aumentado un 4% interanual en lo que va de año, lo que permite albergar esperanzas de que la demanda de los hogares se reafirme. Será una buena señal para las autoridades, que cada vez parecen estar más centradas en impulsar el consumo.
El Foro de Desarrollo de China trajo consigo nuevas declaraciones del primer ministro Li Qiang, que, en un guiño a Trump, advirtió del "aumento de la inestabilidad y la incertidumbre", y prometió la implementación de "políticas macroeconómicas más proactivas e impactantes".
En lo que respecta a publicaciones macroeconómicas esta semana, no se producirán muchas, a excepción de la decisión sobre el tipo de interés a un año del FML del martes (no se esperan cambios) y los datos de ingresos industriales del jueves. La semana pasada, los bancos mantuvieron inalterados los tipos de interés a largo plazo. Guiados por las señales proporcionadas por las autoridades, pensamos que la relajación de la política monetaria está al caer, pero quizá cuando haya más claridad sobre los aranceles.