Mercados

Intensifican medidas contra las importaciones estadounidenses en sectores clave

  • El presidente de China, Xi Jinping.

En una nueva escalada de la disputa comercial entre China y Estados Unidos, Pekín ha decidido suspender las licencias de importación de soja de tres empresas estadounidenses y detener las compras de maderaprovenientes de ese país. Esta medida surge como represalia ante los recientes aranceles impuestos por la administración de Donald Trump, que han incrementado la tensión entre ambas potencias económicas.

Las compañías americanas afectadas por esta restricción son CHS Inc, Louis Dreyfus Company Grains Merchandising LLC y EGT. Las autoridades chinas han justificado la suspensión de las importaciones señalando la presencia de impurezas en la soja y la detección de plagas en los troncos. No obstante, este tipo de medidas han sido interpretadas como un claro mensaje en el contexto de la creciente guerra comercial entre ambas naciones.

Además de las prohibiciones de importación, China ha impuesto aranceles adicionales a diversos productos agrícolas estadounidenses. Entre los más afectados están el trigo, el maíz y el algodón, que ahora enfrentan un gravamen del 15%, mientras que la soja, la carne y los productos lácteos deberán pagar un 10% adicional para ingresar al mercado chino. En total, estos impuestos abarcan mercancías valoradas en 21.000 millones de dólares.

Ante este escenario, China ha intensificado sus esfuerzos por reducir su dependencia del comercio con Estados Unidos. Para ello, ha incrementado sus importaciones de soja y otros productos agrícolas desde Sudamérica, fortaleciendo acuerdos comerciales con países como Brasil y Argentina. Asimismo, está fomentando el crecimiento de su propia industria agrícola con incentivos a los productores locales.

La disputa comercial también ha llevado a China a tomar medidas adicionales contra empresas estadounidenses. Se han impuesto restricciones a compañías vinculadas con el sector tecnológico y de defensa, lo que podría afectar la cadena de suministro de varios productos estratégicos. Paralelamente, Pekín ha elevado el caso ante organismos internacionales, argumentando que las acciones de Estados Unidos violan las normativas del comercio global.

Este conflicto comercial tiene implicaciones significativas no solo para ambos países, sino para toda la economía mundial. Los mercados financieros han reaccionado con volatilidad ante estas decisiones, y sectores como la agricultura y la manufactura podrían sufrir las consecuencias en los próximos meses.

En conclusión, la decisión de China de endurecer su postura frente a las medidas arancelarias de Estados Unidos marca un nuevo capítulo en la guerra comercial entre ambas potencias. La suspensión de importaciones y el aumento de aranceles reflejan una estrategia calculada para proteger sus intereses y diversificar sus fuentes de suministro. A medida que esta disputa se prolonga, es probable que surjan nuevos desafíos para la economía global.

Antonio Di Giacomo es analista de mercados financieros en XS

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