ALMERÍA (EFE). El Grupo Cooperativo Cajamar obtuvo un beneficio neto consolidado de 91 millones de euros en el primer trimestre de 2025, un 4,8 % más que en el mismo periodo del año anterior, tras abonar 14,1 millones por el impuesto extraordinario a la banca, según ha informado este martes la entidad.

El resultado consolidado antes de impuestos ascendió a 134,9 millones, lo que representa un incremento del 30,2 % interanual, impulsado por la mejora de la actividad comercial, el aumento del volumen de negocio y una reducción de pérdidas por deterioro de activos y provisiones.

La entidad destaca que el volumen de negocio gestionado superó los 105.000 millones de euros, con un crecimiento del 6,17 %, gracias a la buena evolución tanto de los recursos gestionados minoristas como de la inversión crediticia.

Los recursos minoristas de balance crecieron un 8,5 % y los recursos fuera de balance un 23 %, destacando un aumento del 34,8 % en la comercialización de fondos de inversión, muy por encima de la media del sector, lo que elevó el total de recursos minoristas un 11,1 %.

Por su parte, la inversión crediticia creció un 5,3 %, hasta los 38.856 millones de euros. La financiación a empresas aumentó un 11,5 %, y la nueva financiación empresarial se situó en 4.226 millones de euros, de los que un 41,7 % se destinó al sector agroalimentario, un área estratégica para Cajamar, que mantiene una cuota del 15,4 % en este segmento.

Este incremento ha permitido a la entidad aumentar sus cuotas de mercado hasta el 3,12 % en inversión y el 2,88 % en depósitos.

En cuanto a la cuenta de resultados, el margen bruto alcanzó los 380 millones, un 1,5 % menos interanual, si bien el resultado por comisiones creció un 25,4 % y el de negocios conjuntos, un 26,4 %. El margen de explotación se situó en 197,2 millones, con una ratio de eficiencia del 48,1 %.

El Grupo Cajamar mantiene una de las tasas de morosidad más bajas del sector, del 1,85 %, tras reducir en un 1,3 % los riesgos dudosos hasta los 764 millones. La tasa de cobertura de morosidad se situó en el 74,4 %, mientras que el coste del riesgo bajó al 0,39 %.