El Ayuntamiento actuará en varios puntos de la red de alcantarillado para frenar la entrada de agua del freático, cuya alta salinidad obliga a verter el agua depurada a la rambla del Albujón. La obra, financiada con 1,5 millones del Estado, busca que el agua regenerada vuelva a ser útil para riego.
El Ayuntamiento de Torre Pacheco quiere cerrar cuanto antes una de las heridas ocultas de su red de saneamiento: la filtración constante de agua del freático, cargada de sal, que llega hasta la depuradora municipal y obliga a verter el agua tratada directamente a la rambla del Albujón. Esa mezcla, demasiado salina, impide a la Comunidad de Regantes aprovecharla para riego, lo que mantiene abierto un problema que afecta de lleno al Mar Menor.
El origen del proyecto se remonta a 2022, cuando el Gobierno central aprobó el Real Decreto 730/2022, que regula las ayudas directas para actuaciones de saneamiento y depuración dentro del Marco de Actuaciones Prioritarias para recuperar el Mar Menor. A Torre Pacheco le correspondieron 1,5 millones de euros para acometer obras de mejora, un presupuesto que incluye la redacción de los proyectos y las direcciones de obra.
El tramo más urgente se encuentra en la urbanización Mar Menor II, a lo largo de la avenida Alcalde Pedro Roca Vera y la calle Cornejo. Aunque las conducciones están en buen estado —según la inspección realizada con cámara por el Ayuntamiento y la concesionaria del agua, Hidrogea— los pozos de registro sí presentan problemas. Están construidos con un cuerpo de polietileno y una base de hormigón que, en una zona con el nivel freático tan alto, permite la entrada continua de agua salina a la red.
El plan de trabajo incluye actuaciones en la avenida Alcalde Pedro Roca Vera y las calles Cornejo, San Cayetano, Andrés Segovia, Ingeniero Juan de la Cierva y Fernando Díaz de Mendoza. Tras estudiar distintas soluciones —desde sustituir los pozos por estructuras prefabricadas de PVC hasta aplicar sellados elásticos o instalar manguitos de unión—, el Ayuntamiento y la empresa municipal han descartado la reposición completa. El motivo: muchos pozos están a más de cinco metros de profundidad, lo que encarecería y complicaría la obra.
La opción elegida es aplicar resinas expansivas de poliuretano para sellar los puntos de filtración. Este material rellena huecos y microfisuras, impermeabiliza y refuerza de forma puntual la base de hormigón, evitando que el freático vuelva a colarse en la red.
Con esta intervención, el Consistorio espera reducir la salinidad que llega a la depuradora y recuperar el uso agrícola del agua regenerada, pieza clave en la estrategia para aliviar la presión sobre el Mar Menor.