El pecio del Bajo de la Campana tendrá una exposición en el Arqua (Cartagena) el próximo mes de noviembre. El yacimiento conocido en los años 50 tendrá así una exposición mientras se barajan distintos proyectos para hacerlo visitable bajo el agua. “Bajo las aguas de la isla Grosa y la isla del Farallón, en el extremo más oriental del municipio de San Javier, se halla el yacimiento subacuático del Bajo de la Campana. La roca sumergida de La Laja, más conocida como Bajo de la Campana, es una formación calcárea de unos 100 metros cuadrados que, desde los 24 m de profundidad asciende hasta prácticamente llegar a la superficie. Esto ha supuesto un auténtico peligro para la navegación durante milenios y ha hecho que en sus inmediaciones naufragaran numerosos barcos”, explica la hemeroteca de la Universidad de Murcia.
“Hace más de 2.600 años el lugar formaba parte de una ruta marítima asidua de comerciantes fenicios, y en el constante trasiego, más de un barco se hundió para siempre con todo su cargamento. Uno de aquellos naufragios se ha convertido en el pecio más grande hallado hasta el momento en el Mediterráneo. Se trata de un navío fenicio de 20 metros de eslora que se hundió en estas aguas en el siglo VII a.C. y que, según han revelado sucesivas campañas arqueológicas, iba cargado con una valiosa mercancía destinada al comercio con la élite social de la época”, añaden las mismas fuentes.
Uno de los creadores del documental ‘El pecio fenicio del Bajo de la Campana’, que se estrenó el pasado miércoles 24 de septiembre en La Manga del Mar Menor, Juan Pinedo, explica que lo que principalmente llevaba eran materias primas. “Llevaban un cargamento de materias primas, colmillos de elefante con inscripciones del alfabeto fenicio, lingotes de estaño y cobre, con el que fabricaban bronce…Valían un dineral”, señala Pinedo. “Hasta el momento la investigación se ha centrado mayormente en el barco más antiguo, si bien en las inmediaciones se ha registrado un hundimiento atribuible a mediados del siglo II a.C. con cargamento de ánforas púnico-ebusitanas y greco-itálicas, y vajilla campaniense; así como un pecio bético más extendido datado en el segundo cuarto del siglo II d.C.”, apuntan desde la Universidad de Murcia.
“Es una zona muy bonita y con mucha historia. Hay varios proyectos para hacerlo visitable. Podría ser una fuente turística de buceo comercial y patrimonio cultural, combinado con un centro de interpretación…Podría estar muy bien”, apunta Pinedo.