CARTAGENA. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a través de la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación (DGBBD), ha puesto en marcha el Área de Restauración de Ecosistemas en el entorno del Cabezo del Carmolí, en Los Urrutias (Cartagena), primer tramo del futuro Cinturón Verde del Mar Menor. La intervención, sobre una antigua finca agrícola adquirida por el Ministerio, cuenta con más de 1,4 millones de euros de presupuesto y se extiende por 28 hectáreas.

El delegado del Gobierno en la Región de Murcia, Francisco Lucas; la comisionada del Ciclo del Agua y Restauración de Ecosistemas del MITECO, Francisca Baraza; y la directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación, María Jesús Rodríguez de Sancho, recorrieron la zona que se pretende renaturalizar. Lucas destacó “la magnitud de las intervenciones del Miteco para restaurar al Mar” y subrayó que aquí, “en la Región de Murcia, se están llevando a cabo las medidas más ambiciosas que se hayan puesto en marcha en cuanto a la restauración de ecosistemas en todo el Estado”, recordando además que algunas de estas actuaciones “han sido premiadas por la ONU como emblemas de este tipo de políticas a nivel mundial”. Lucas añadió que, “en apenas un mes, cinco de los proyectos más trascendentes del Marco de Actuaciones Prioritarias para Recuperar el Mar Menor (MAPMM), que suponen una inversión directa del Estado de 65 millones de euros, dentro de los 542 millones ya movilizados, han dado pasos decisivos en su ejecución”.

Baraza puso el acento en “el elevado ritmo de ejecución” del MAPMM tras una “primera fase de diseño y de gestión ambiental y administrativa de los proyectos” y recordó que el marco cuenta con 675,05 millones de euros de dotación total, una “poderosa herramienta cuyos beneficios pronto podremos comprobar y que ya ha adquirido una dinámica que es irreversible”, enmarcando esas actuaciones en el Pacto de Estado frente a la Emergencia Climática.

Rodríguez de Sancho subrayó que estas actuaciones “responden a la filosofía de intervención sobre el territorio del Ministerio, con proyectos que proponen soluciones basadas en la naturaleza, siguiendo las enseñanzas de la ciencia y actuando sobre el origen de los problemas que afectan negativamente al Mar Menor”, incidiendo en “la contaminación de las masas de agua a causa de las actividades humanas”.

El proyecto, con un plazo de ejecución de siete meses, pertenece a la Línea 2.1 del MAPMM y consiste en la creación de un cinturón verde perimetral a la laguna formado por dos humedales seminaturales, cuatro filtros verdes y áreas de renaturalización. El objetivo es destinar más de 500 hectáreas para retener los contaminantes procedentes de la cuenca vertiente —hasta 918 toneladas de nitratos anuales—, además de recuperar la conectividad ecológica y mejorar el paisaje.

Los objetivos concretos de la actuación son:

• Recuperar el paisaje y los usos tradicionales del Campo de Cartagena.

• Mejorar las prácticas de conservación de suelos.

• Incrementar la biodiversidad característica de la zona.

• Mejorar la respuesta del territorio ante episodios de inundación mediante correcciones hidrológicas y la retención de sedimentos, sólidos en suspensión y contaminantes hacia el Mar Menor, generando zonas de amortiguación frente a los diversos usos del territorio.

• Crear un conector ecológico entre zonas de la red de espacios protegidos.

Las áreas de laminación de la rambla del Miedo

La zona de actuación está atravesada por una Zona de Flujo Preferente (ZFP) de la rambla del Miedo, por lo que el proyecto incluye dotar al cauce del espacio adicional suficiente para permitir su movilidad natural, además de la laminación de caudales y de la carga sólida transportada, favoreciendo la amortiguación de las avenidas. Para reducir la energía del agua de escorrentía, evitar aumentos de calado aguas abajo y favorecer la laminación y sedimentación de las partículas en suspensión, se han planificado cinco áreas de laminación a lo largo de la ZFP: depresiones en el terreno sin impermeabilización para que el agua acumulada se evapore, se infiltre en el acuífero o ambas cosas.

El área de intervención incluye cuatro módulos de plantación con especies autóctonas adaptadas a las condiciones climáticas y del suelo:

• Recuperación del paisaje aterrazado con especies arbustivas y arbóreas: higuera, granado, algarrobo, olivo, palmera datilera y almendro.

• Renaturalización para la diversificación con una dehesa forestal abierta (pino carrasco y piñonero, ciprés de Cartagena y frutales de secano).

• Criptohumedal y tarayal (matorrales halófilos mediterráneos y termoatlánticos, halo-nitrófilos y ribereños termomediteráneos).

• Plantaciones lineales en senderos y caminos (pino carrasco y piñonero, ciprés de Cartagena, palmera datilera, algarrobo y arbustos).

El presupuesto de ejecución se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y está cofinanciado por los fondos NextGenerationEU. Además, se ha previsto un plan de vigilancia ambiental durante la ejecución de las obras y los dos años posteriores, con una inversión adicional de 540.481,44 euros, por lo que el montante total del proyecto alcanzará 1,95 millones de euros.