"Hemos tomado esta dolorosa decisión teniendo en cuenta las directrices marcadas por todas las autoridades competentes, tanto a nivel municipal como regional. Desde aquí queremos transmitir nuestra solidaridad a todos los que estáis sufriendo los efectos de esta pandemia. La Federación de Tropas y Legiones ha valorado todas las variantes posibles para hacer las fiestas, llegando a la conclusión de que la numerosa participación de los cartageneros así como la gran afluencia de público nos hace imposible garantizar el que se pueda cumplir con todas las medidas de seguridad", rezaba el comunicado emitido.

La decisión ha sido tomada después de consultar tanto al Ayuntamiento de Cartagena como al Consejo Carthaginés y al Senado Romano, que durante todo el año trabajan para poder celebrar en septiembre las fiestas. La incertidumbre de como evoluciona la pandemia ha tenido pendiente a los organizadores de los posibles escenarios, tomando definitivamente la opción más segura: suspender las fiestas ante la imposibilidad de garantizar la seguridad de los asistentes."Es una decisión responsable ya que no sabemos qué situación tendremos en septiembre, pero todo parece indicar que las reuniones multitudinarias no se podrán celebrar, al menos hasta que exista una vacuna contra el coronavirus, para evitar contagios. Carthagineses y Romanos han demostrado con esta decisión su responsabilidad, su generosidad y su solidaridad, que desde el Ayuntamiento les agradecemos", destacó la alcaldesa, Ana Belén Castejón.

Una decisión que se suma a la suspensión de las Fiestas de Primavera de Murcia y que sigue la estela de los grandes eventos en todo el país, desde conciertos a partidos de fútbol o baloncesto, que ya el próximo curso se celebrarán, al menos en su inicio, a puerta cerrada.