MURCIA. Cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el martes que las peluquerías podrían volver a abrir con cita previa a partir del 4 de mayo, los teléfonos de miles de profesionales del sector a lo largo y ancho del país comenzaron a recibir una avalancha de llamadas que no ha cesado día y noche. Los clientes, ansiosos por conseguir hora lo antes posible, han provocado que esta deseada reapertura se convierta en una auténtica vorágine.
"El teléfono no ha parado de sonar. Tengo una agenda de citas que no puedo atender en un mes entero", cuenta Miguel Ángel López, que regenta 'Avena Negra', una peluquería en el centro de Murcia de tratamientos y productos ecológicos. "La verdad es que ha sido muy emocionante saber que podemos volver ya porque los ingresos han bajado y el parón ha sido importante".
Para este profesional ese cierre, sin embargo, no ha sido total y durante estas siete semanas ha tenido bastante demanda a domicilio de personas con movilidad reducida, algo que sí estaba permitido en el decreto del estado de alarma. Sin embargo, apunta a que nadie preveía que el parón iba a ser tan largo. "Creo que a todos nos pilló por sorpresa. No imaginaba que iba a durar tanto. Lo he echado de menos y eso que he tenido la suerte de no parar de trabajar casi ni un día".
Javier Panales, del salón 'Imagen y Semejanza', asegura que "los clientes se han vuelto locos. La demanda es muy fuerte". Este peluquero que dirige un salón junto a su hermano, David, apunta a que a pesar de que no es obligatorio abrir desde el primer día, y que la orden indica que solo se debe realizar la apertura cuando se puedan garantizar las medidas de higiene y seguridad, una vez que se ha anunciado "los clientes quieren su cita ya. Te ves abocado a abrir el lunes sí o sí. Entiendo que se ha hecho con la mejor intención pero con un poco más tiempo, hasta el 11 de mayo, hubiera sido mejor".
Ahora, según la normativa, las peluquerías solo podrán atender a los clientes de uno en uno, por lo que tendrán que esperar a terminar un servicio para comenzar con otro, no como era habitual en estos establecimientos en el que un profesional podía atender a varias personas a la vez. Además, dependiendo de lo metros del establecimiento, se podrán recibir varias personas pero cada peluquero/a solo podrá asistir a una persona en cada ocasión.
Algunos profesionales consideran que esta reapertura ha sido "caotica" y "precipitada", como Javier Panales o Maripaz Gambín, de 'Peluquería Divinium', y estiman que el decreto es demasiado ambiguo, crea confusión en el sector y se ha anunciado con poco margen, ya que se anunció un martes por la tarde en una semana en la que el viernes es festivo.
Maripaz Gambín asegura que, de momento, no ha dado ninguna cita. "Les he dicho a todos lo mismo: hasta que no sea oficial y salga en el BOE (Boletín Oficial del Estado), no doy ninguna cita. De momento, ha sido un anuncio, está en todas las noticias, pero no es oficial y las cosas se tienen que hacer bien y poco a poco".
Para esta peluquera con negocio desde hace 14 años el anuncio ha sido sorprendente, porque "tenía entendido que no íbamos a abrir hasta junio y nos ha pillado desprevenidos. Deberíamos haber tenido más tiempo para prepararnos. Me parece de maravilla poder trabajar antes pero todo tiene que quedar claro y tenemos muchas dudas".
"Ni la asesoría tiene demasiado claro qué es lo que se pide para poder empezar", subraya David Panales. "Da muy poco margen de maniobra porque solo hemos tenido un día para conseguir los equipos de protección individual (EPI) y adaptarnos a todas las medidas de seguridad necesarias".
De momento, lo que han comenzado a hacer es desinfectar a fondo tanto los locales como el mobiliario y los utensilios necesarios para poder ejercer su profesión. Además el kit imprescindible que ahora debe tener cualquier peluquería incluye gel hidroalcohólico, mascarilla, patucos sanitarios, bata desechable y guantes. Un 'gastazo' extra que, tal y como está la situación, tampoco pueden repercutir demasiado en los precios.
"Nosotros somos dos y podemos empezar el lunes y atenderemos un cliente por peluquero", indica Javier Panales. "Tenemos EPI completos para nosotros, separación de dos metros entre butadas y lavacabezas y para los clientes material desechable. Lo ideal es que vengan todos con mascarilla, pero también tendremos. Además, está todo desinfectado, contamos con gel hidroalhólico y cada vez que se vaya un cliente, se limpiará el puesto".
Sobre la rentabilidad de esta forma de trabajar y la inversión en material, todos coinciden es que es complicado que salgan las cuentas. "El gasto de todos los productos de higiene es muy alto, ¿vamos a tener alguna ayuda?", se pregunta Gambín. "Además, el 20 de mayo tenemos que pagar el 20% del IVA. Es verdad que lo han aplazado pero hay mucha gente en los ERTE que no ha cobrado y no tiene ni para comer".
"No es rentable pero es más que nada. No nos queda otra. La necesidad obliga a que sea así. Las cosas están muy mal pero es una crisis global", apunta Panales.
Miguel Ángel, de Avena Negra, indica que las medidas le parecen adecuadas "porque hay que guardar la seguridad y evitará contagios", pero que "como negocio no es tan rentable. Como es temporal, se puede asumir. Yo llamaré a los clientes que pueda atender y ya está. Me considero un privilegiado".
Guía de recomendaciones
Mientras los profesionales preparan la reapertura entre la ilusión y las dudas, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) ha elaborado una Guía de Recomendaciones que persigue dejar claros todos los puntos para que los salones de peluquerías en España "extremen" las precauciones. El sector de peluquerías emplea a más de 150.000 trabajadores de forma directa, en su gran mayoría son mujeres, un 85% del total.
El listado incluye recomendaciones higiénico-sanitarias Covid-19, así como medidas de seguridad y protocolos de actuación que aseguren la protección tanto de trabajadores como de los clientes e indican que "es posible que algunos salones vayan a necesitar algunos días más para extremar la prudencia en su preparación", tal y como apuntaron este jueves en un comunicado.
La cita previa se convierte en el instrumento "prioritario" para asegurar la atención individual de los clientes, siendo obligatorio el uso de mascarillas individuales, el lavado frecuente de manos y el uso de guantes cuando proceda.
Las toallas habituales se tendrán que sustituir por toallas desechables. El material de protección desechable individual se ubicará en contenedores específicos y se eliminarán los dispensadores de agua en sustitución por botellas de agua individuales o vasos de un solo uso. También en el cobro del servicio se "fomentará" el uso de medios electrónicos.
Además, el espacio debe de estar señalizado para respetar la distancia mínima entre personas, a través de marcas en el suelo o barreras, además de restringir el número de clientes según el tamaño del salón.
Entre las medidas se recomienda el control de temperatura a la entrada de los trabajadores y que la ropa de trabajo y el calzado sean distintos a los utilizados antes de la entrada y salida al puesto de trabajo, así como su lavado diario a 60º. También consideran recomendable evitar joyas en la zona de las manos como pulseras, relojes, anillos y llevar el cabello recogido.
A los clientes se les recomienda el uso de la mascarilla y no desprenderse de la bata desechable; sus pertenencias personales se almacenarán en una bolsa individual que se entregará a la salida, y queda restringida la disposición de revistas, prensa, etc., que puedan pasar de mano en mano.