MURCIA. Los Ángeles, 1921, todo el mundo habla de Roscoe Arbucke, mejor conocido por Fatty. Su carrera no ha hecho más que despegar, y a su lado llevará a la fama a Charlie Chaplin y Buster Keaton, aunque sus nombres perdurarán mucho más en la historia que el suyo. Pero parece que todo toca fondo en una fiesta, a causa de la que la carrera profesional de Roscoe se ve truncada por una falsa acusación de asesinato y violación de la actriz Virginia Rappé. Fatty ya no es el cómico más famoso de Estados Unidos y esa acusación hundirá su carrera. Astiberri publica Fatty, un cómic que relata el apogeo de su carrera en el mundo del cine seguido de su caída en picado. Con un trazo mordaz Nadar logra retratar gran parte del imaginario que el autor Julien Frey le plantea, reflejando en unas 200 páginas una historia que se mece entre la fama y el olvido y se ve acompañada de lágrimas, drogas y juicios. Para conocer mejor el por qué de este relato Nadar conversa con Culturplaza para desvelar los detalles ocultos que dan vida de nuevo a Roscoe Arbucke, aunque esta vez bien lejos de las pantallas.
-¿Cómo surge la idea de contar esta historia?
-El personaje me lo presentó Julien, el guionista. Yo ubicaba a Chaplin y Keaton, pero no a Roscoe, pero luego lo ligas con otros nombres y ya lo ubicas en la historia. Todo nace de la inquietud de Julien por retratar al protagonista, y por ver como entendemos la figura de este personaje ahora, con nuevas perspectivas.
-La novela viaja de pasado a presente todo el rato, ¿a qué se debe?
-Es el recurso clásico de alguien a quien le cuentan una historia. El caso es que Buster Keaton participó en un episodio en el que él viajaba al universo del cine mudo para hacer un homenaje a Fatty. Andrew es el personaje ficticio que nos ayuda a introducir esta historia, cuando va a por Buster Keaton para que ruede la escena.
-También hace un "viaje" de subidas y bajadas, y entre alcohol y drogas… ¿Cómo lo haces para dibujar esto?
-Ha sido complicado. Al final cuando reconstruyes algo que ya vivió en el pasado haces que viva en otra dimensión, eso siempre es un reto, encontrar todas las dimensiones humanas que requiera la historia. Esa vida era una época de desenfreno, y a la vez muy colorida, pero quien más quien menos tenía alguna adicción a las drogas o el alcohol. Fatty al final era víctima de su éxito, y también de su pasado. Era lo que el mundo de Hollywood mandaba un poco en esa época.
-El rojo es la fiesta y los tonos sobrios están en el juicio, por ejemplo.
-La verdad es que no suelo racionalizar lo que hago, lo hago de manera instintiva. Todo tenía que tener una coherencia, pero tampoco sé decirte como lo he encontrado. El color ha sido casi una invención total, porque tú ten en cuenta que no hay cosas a color de esa época.