MURCIA. La Región de Murcia es tierra de tradición y devoción religiosa. Su máximo referente es Caravaca de la Cruz, reconocida por San Juan Pablo II en 2003 con el privilegio de celebrar el Año Jubilar cada siete años. Con ello, se convirtió en una de las cinco ciudades del mundo con Jubileo Perpetuo, junto a Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana, Roma y Jerusalén.
Pero la espiritualidad murciana no se limita a Caravaca. Iglesias centenarias, basílicas, monasterios y ermitas salpican pueblos y ciudades, donde las leyendas, las peregrinaciones y las fiestas religiosas siguen muy vivas. Un patrimonio de fe y cultura que convierte a la Región en un destino imprescindible para quienes buscan conocer su historia y tradición religiosa.
Caravaca de la Cruz

- Caravaca de la Cruz -
- Foto: TURISMO REGIÓN DE MURCIA
Caravaca cuenta con uno de los conjuntos de arquitectura religiosa más destacados de la Región de Murcia. La Iglesia de la Soledad, la del Salvador y la Compañía de Jesús, el Templete, el Monasterio de Santa Clara, y las ermitas de Santa Elena, San Sebastián y la Reja, junto a la magnífica Basílica de la Santísima y Vera Cruz, son paradas obligadas en un recorrido que deja una profunda huella en todo peregrino. Cada rincón de la ciudad refleja siglos de devoción, arte e historia.
El corazón de Caravaca es la Basílica, donde se custodia la Vera Cruz, un “lignum crucis” procedente de la cruz en la que Jesucristo fue crucificado. Conservada en un relicario con forma de cruz patriarcal de doble brazo, la reliquia se venera desde el siglo XIII, tras aparecer el 3 de mayo de 1232. Hasta aquí llegan peregrinos y visitantes de todo el mundo, atraídos por la espiritualidad del lugar y la importancia histórica de la reliquia.
Murcia y la Catedral de Santa María

- Catedral de Murcia -
- Foto: TURISMO REGIÓN DE MURCIA
Murcia es una ciudad con un rico patrimonio histórico y religioso. Fue fundada en el año 831 por el emir de Córdoba Abderramán II en un enclave privilegiado, en el centro del valle del río Segura. A lo largo de los siglos, la ciudad ha conservado edificios y espacios que reflejan diferentes estilos artísticos, formando un recorrido por su historia y tradición.
El principal monumento de Murcia es la Catedral de Santa María, cuya construcción comenzó a finales del siglo XIV. Se trata de un conjunto ecléctico de gran majestuosidad, donde conviven diversos estilos artísticos. Destacan elementos góticos, como la Puerta de los Apóstoles y la Capilla de los Vélez; renacentistas, como la Capilla de Junterón; y barrocos, con la imponente fachada que domina la plaza. La catedral no solo es un centro de culto, sino también un símbolo de la historia, el arte y la tradición de la ciudad.
Mula

- Noche de los tambores de Mula -
- Foto: TURISMO REGIÓN DE MURCIA
En el corazón de la Región de Murcia se encuentra el pueblo de Mula, cuyo casco histórico, declarado Conjunto Artístico Nacional en 1981, ofrece un recorrido por callejuelas y rincones llenos de historia. Destaca el Castillo de los Vélez, una fortaleza del siglo XVI desde la cual los señores de la localidad dominaban estas tierras bañadas por el río Mula.
Mula es especialmente conocida por la Santa Espina y su Semana Santa, donde la tradición y la devoción se combinan en la Noche de los Tambores, fiesta de Interés Turístico Nacional que se remonta a mediados del siglo XIX. En la velada del Martes Santo, cientos de tambores suenan al unísono, creando uno de los momentos más emblemáticos de la localidad.
Otra cita destacada es la Romería a la ermita de El Niño de Mula, que se celebra cada 22 de septiembre. Durante esta festividad, los vecinos acompañan con gran devoción el regreso de la imagen del Niño Jesús desde el convento de La Encarnación hasta su ermita, tras haber permanecido varias semanas en diferentes iglesias del pueblo.
Lorca
Lorca, conocida como la “Ciudad Barroca” por el importante legado de su centro histórico, destaca por sus “desfiles Bíblico-Pasionales” durante la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional en 2007. Cuadrigas, jinetes, caballos, carrozas y la histórica rivalidad entre el Paso Blanco y el Paso Azul convierten estas celebraciones en una de las manifestaciones más singulares de España.
El patrimonio artístico de la ciudad, también llamada “Ciudad del Sol”, reúne monumentos de distintas épocas. La Columna Miliaria romana, su castillo con la Torre del Espolón y la Torre Alfonsina —aportaciones cristianas tras la Reconquista— conviven con el Porche de San Antonio, antigua puerta del recinto amurallado que protegía la ciudad en el siglo X.
Se suman a este legado numerosas iglesias y conventos, que abarcan desde los siglos XIII al XIV, así como palacios y casas señoriales del Barroco, como el Palacio de Guevara, el de los Condes de San Julián o la casa de los Mula.
Totana
Totana conserva un interesante patrimonio histórico y arqueológico, así como una gran variedad de paisajes. Su casco histórico alberga viviendas señoriales de los siglos XVIII y XIX y monumentos destacados como la Iglesia de Santiago.
El patrimonio arqueológico de Totana tiene como máximo referente el yacimiento de La Bastida, considerado la ciudad más poderosa de Europa continental durante la Edad del Bronce, hace unos 4.200 años, con una plaza fortificada comparable a la de la antigua ciudad de Troya.
Además, el municipio cuenta con el paraje de Los Huertos, formado por casas decimonónicas rodeadas de almendros, naranjos y limoneros, que acompaña la subida al paraje de La Santa, situado dentro del Parque Regional de Sierra Espuña.