MURCIA. Pydesa Renovables, la empresa con sede en Lorca especializada en el desarrollo de proyectos fotovoltaicos, está a punto de ver completada la que es su mayor planta propia hasta la fecha, con una potencia de 100 MW y una inversión total que asciende hasta los 80 millones de euros.

En realidad, se tratan de dos proyectos en uno, pues abarca Monforte I y II, ubicados en la localidad alicantina de Monforte del Cid y que finalmente han comenzado ya las obras para su puesta en marcha tras más de cuatro años de tramitación.

En concreto, la promoción de los huertos fotovoltaicos se inició en 2020 por la firma lorquina en colaboración con Suddeutsche Invest, uno de los socios del proyecto. Cabe destacar que Pydesa se ha encargado de la ingeniería y la obtención de los permisos y licencias requeridos.

Una vez completados los trabajos, estos parques solares contarán con una potencia de 50 MWp cada uno, para lo que se emplearán 177.012 módulos de tecnología bifacial. En total, la superficie aproximada de ambas plantas será de 1.055.093 m2, el equivalente a 141 campos de futbol. 

De esta forma, será capaz de generar un máximo de 170.549.493 kWh al año, la energía suficiente para iluminar más de 48.750 hogares.

"El camino hasta conseguir la licencia de obras ha supuesto un gran reto, de tal forma que el proyecto ha ido evolucionando con la finalidad de cumplir con las numerosas exigencias de las distintas administraciones, y una vez más, el gran trabajo de nuestro equipo ha conducido al éxito del proyecto", indican desde la empresa con sede en Lorca.

No en vano, este se trata del proyecto propio más ambicioso completado hasta la fecha, pues fue Pydesa quien puso en marcha estas plantas fotovoltaicas desde el comienzo. Sin embargo, cabe destacar que esta firma sí cuenta con experiencia realizando parques solares de gran tamaño para terceros.

Cabe recordar que la evacuación de la energía se realizará a través de una línea soterrada de 30 kV, que conecta las plantas fotovoltaicas con una subestación trasformadora-colectora de 30/220 kV, que será compartida con otros promotores, y finalmente conectará con la red de transporte (Red Eléctrica Española) mediante una línea soterrada de 220 kV. De hecho, dado que estás líneas irán bajo tierra, se reduce el impacto ambiental y paisajístico.