MADRID (EP). El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han aprobado la actualización de la Estrategia del Ictus del Sistema Nacional de Salud con el objetivo de "conseguir una mejor prevención, atención y rehabilitación del ictus, basadas en la excelencia clínica y en condiciones de igualdad en todo el territorio".
La Estragia se publicó en 2009 y estableció los objetivos de mejora en todos los niveles de la atención sanitaria de esta enfermedad. Ahora, la actualización del documento ha sido elaborada por el Ministerio de Sanidad y las CCAA, junto a las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes.
En este punto, el Ministerio ha informado que en 2013 se realizó una primera evaluación y en 2021 la segunda, "poniendo de manifiesto que se han alcanzado un gran número de los objetivos marcados", entre ellos, "la reducción significativa de la mortalidad por ictus en España, el aumento de la autonomía de los supervivientes, así como la disminución en la variabilidad en los resultados en las diferentes comunidades autónomas".
El ictus sigue siendo un problema de salud pública en todo el mundo, asociado a una elevada mortalidad y discapacidad si no se trata adecuadamente. Unas 120.000 personas sufren un ictus y alrededor de 25.000 fallecen cada año en España a causa de este problema. Además, es una enfermedad que trae consigo sufrimiento y un impacto en todas las esferas de la vida.
Se calcula que una de cada seis personas en el mundo padecerá un ictus a lo largo de su vida, siendo la primera causa de discapacidad en Europa y una de las principales causas de muerte. Puede ocurrir a cualquier edad. De hecho, en los últimos años se ha incrementado su incidencia en un 25 por ciento en edades comprendidas entre 20 y 64 años, si bien es más frecuente a partir de los 65 años.