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NOVEDAD EDITORIAL  

El amor moderno según Marta Jiménez Serrano

MURCIA. Marta Jiménez Serrano (Madrid, 1990), presenta un nuevo libro editado por Sexto Piso: No todo el mundo. Tras Los nombres propios, una novela que inspecciona la construcción de la identidad y la relación que se teje en un contexto y un tiempo particulares, las mesas de las librerías exponen un libro de relatos adictivos y ligeros en el que se exploran las relaciones sexoafectivas —a veces más sexo que afectivas— de la contemporaneidad. La colección de cuentos de aires zambranos —de hecho, una de las referencias literarias que surcan las páginas es Bonsai del escritor Alejandro Zambra— es un excelente ejemplo de aquello frase de Julio Cortázar que afirma que  “La novela siempre gana por puntos, mientras que el cuento debe ganar por nocaut”. Con un par de movimientos, la autora resuelve historias de celos, de desgaste, de ilusiones, miedos y demás parafernalia del amor y el desamor.

¿Estamos enamorados del amor? “A veces sí. A veces no, muchas veces es una fase un poco adolescente. Pero lo que te gusta es verte a ti mismo enamorado, más que la otra persona. Todo eso se puede transcender. Tampoco creo que vivamos allí instalados permanentemente”.

Construcciones, deconstrucciones y derribos. En el texto encontramos varias alusiones irónicas al concepto de la deconstrucción masculina, una derivada del pensamiento del filósofo argelino Jacques Derrida que consideraba la deconstrucción un procedimiento de relectura y análisis a través de la descomposición de actos, patrones y comportamientos. Esta deconstrucción supone una ruptura con los roles canónicos que, por ejemplo, están muy marcados en las relaciones heterosexuales occidentales. En el texto, también encontramos personajes con vocación de cambio. ¿Lo que cuenta es la intención?

Para el sociólogo Lionel S. Delgado “La deconstrucción es, pues, contradicción. Una lectura subversiva y no dogmática de los textos en un sentido amplio: textos literarios pero también la cultura como texto, el cuerpo como texto, la política como texto… Deconstruir es traer lo heterogéneo a !la mesa, destruyendo la univocidad. Tras una voz única existen otras voces invisibilizadas”.  Según la escritora “estamos en un momento de cambio muy grande, en el que tenemos una herencia de abuelos que han estado juntos hasta la muerte con unos roles muy definidos, con la abuela cocinando y el abuelo trabajando. Creo que aspiramos a salir de ahí, y estamos viendo cómo hacerlo y cómo reconfigurarlo. Es algo que he tratado en muchos de los relatos y que me ha interesado mostrar, hay un gran desfase entre lo que nos gustaría ser y lo que realmente somos capaces de ser. Pero yo creo que en ese anhelo ya hay algo muy importante, ¿No?”. 

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