MURCIA. Más de cuarenta días después -no puede concretar cuántos porque no lo recuerda exactamente-, Alex Casals, ‘El tío de la barca’, por fin ha abandonado el hospital. Ha sido el placaje más duro de su vida. Tras varias semanas en la UCI y después en planta, este exjugador de rugby de la universidad bonaerense de Belgrano, y empresario en Murcia, ha sido uno de los 1.771 murcianos afectados por el Covid-19. En su caso, además, el virus ‘buscó el cuerpo a cuerpo’ de forma severa.

“Entré con 39,9 grados de fiebre y vomitando sangre. Hoy por fin puedo moverme al menos dos metros”, comenta ‘El tío de la barca’ tras abandonar el centro sanitario dando eternamente gracias a los ‘ángeles’ que le han acompañado diariamente: en el hospital, los equipos sanitarios y el resto del personal; y en la distancia sus compañeros de equipo a diez mil kilómetros de Murcia; “dos pequeños que me alentaban todos los días y mi ‘Faro’ que me iluminaba para seguir luchando”.

Irradia alegría, y aunque sabe que sus pulmones no volverán a estar a pleno rendimiento hasta al menos un año, ya sueña con tomar una cerveza sobre la borda de su barca que surca el Segura con todos los amigos que le han acompañado y le han dado constantes ánimos. “Era jugador de segunda línea, de los de rugby duro y viejo, pero nunca creí que pudiera serlo tanto”.