MURCIA. Las fotografías domésticas que llenaron los álbumes familiares desde la segunda mitad del siglo XX se han convertido en un valioso objeto de estudio para documentar diferentes épocas al dar cuenta de las costumbres, roles, modas e idealizaciones de entonces. En esta semana en la que se celebra el Día Internacional de la Mujer, el Museo de la Ciudad de Murcia acoge la exposición de fotografía Realidades y fantasías. Modelos de lo femenino (1860-1930), fruto del trabajo de conservación del Laboratorio de Investigación Fotográfica de la Universidad de Murcia (LIFUM). Junto a esta muestra, que se inaugura este martes, el museo acoge otra exposición en la que se recorre el papel de la mujer en las portadas de la revista 'Hola'.
Realidades y fantasías. Modelos de lo femenino (1860-1930), que se podrá visitar hasta el 19 de mayo, muestra la mujer en familia, desde el matrimonio con hijos hasta la pareja en solitario, pero también como viuda y en su poética de madre -con retratos con sus hijos vivos y en alguna ocasión hasta con sus hijos muertos-. También fotografiada en sus diferentes papeles: como la mujer moderna, la mujer instruida o la mujer idealizada. Todo ello forma parte de un recorrido documental que, aunque se detiene en un momento concreto, también evidencia el cambio y la evolución social.
La exposición, comisariada por José Fernando Vázquez Casillas, director del LIFUM, reúne un total de 72 imágenes que ahondan, conceptual y plásticamente, en las diferentes iconografías usadas para la representación de la mujer en la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX.
El recorrido arranca con un primer grupo de 37 fotografías datadas entre los años 1860 y 1899, que ejemplifican un periodo de cambio sociocultural de lo tradicional a lo moderno y plantean un recorrido por distintos estadios de lo femenino, idealizados y reales, a través de unas piezas que fueron producidas en lugares tan dispares como Alemania, Argelia, Australia, Escocia, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, México y Suecia. Al ser trabajos de galería fotográfica, las imágenes están escenificadas; desde la imagen de la vestimenta de la comunión hasta la más cotidiana. Igualmente, se exponen iconografías más idealizadas que presentan, incluso, rasgos pretendidamente pictóricos en su definición y teatralidad.
Los retratos también se corresponden con escenas orquestadas con la intención de dignificar al personaje, que suele presentar poses estudiadas, apareciendo las mujeres engalanadas con sus mejores vestimentas y joyas. Por otro lado, el retrato artístico ensalza la belleza física de la protagonista, centrando toda la atención en su rostro. También se atiende a las virtudes de lo femenino, proyectado a la mujer como deportista, música, pintora, lectora o como ama de casa 'poetizada'. En este grupo también se representan roles sociales, como es el caso de una monja o una camarera.