CARTAGENA. Carlos Alcaraz Garfia volvió a entrenar este viernes al realizar una sesión sobre pista dura en La Manga Club y sudó con la raqueta en la mano 12 días después de la derrota encajada en la final de Wimbledon ante Jannik Sinner y ya pensando en ponerse a tono de cara al Abierto de Estados, cuarto y último Grand Slam de la temporada que afrontará después de su participación en el Masters 1.000 de Cincinnati.
El joven tenista murciano, quien a sus 22 años sigue siendo el número 2 del mundo por detrás del propio Sinner, renunció a jugar otro Masters 1.000, el de Canadá, que comenzará este domingo en Toronto. Alcaraz, quien arrastraba "unos pequeños problemas musculares", tal y como él mismo dijo, optó por renunciar a esa cita, como también hicieron el italiano y el serbio Novak Djokovic, entre otros, y se focaliza en el US Open, que tendrá lugar del 24 de agosto al 7 de septiembre en Nueva York.
Después de haber disfrutado de unos días de descanso en Cádiz y Sevilla el pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López se ejercitó en las instalaciones del complejo La Manga Club, ubicado en la diputación cartagenera de Los Belones, cerca del Mar Menor.
Extrañó la elección de ese lugar por parte de Alcaraz, quien acudió acompañado por buena parte de su equipo, peloteó durante un rato con su hermano Sergio, quien se incorporó a la cantera del Real Murcia y saltó a la pista con una camiseta grana.
Cuando está en España el ganador de 21 títulos y cinco Grand Slam, que atendió a los aficionados que quisieron saludarlo, suele entrenar en la Ferrero Tennis Academy de la población alicantina de Villena o en la Real Sociedad Club de Campo de Murcia, ubicada en la pedanía murciana de El Palmar, su pueblo, y en la que hasta construyeron varias pistas duras en las que Carlos ya trabajó en diversas ocasiones de cara a sus partidos del circuito sobre esa superficie.