MURCIA. En un humilde nicho del cementerio de la Sacramental de Santa María de Madrid, sin ninguna lápida que recuerde a quién pertenece, descansan los restos del mazarronero Domingo Valdivieso (183-1872), uno de los pintores más notables del siglo XIX, con obra en el Museo del Prado y quien frecuentó los círculos de algunos de los más destacados artistas de la época. Un documental dirigido por la murciana Isabel Durante quiere saldar una deuda histórica con este gran pintor. Valdivieso, que así se llama este trabajo de investigación producido por Fundación Integra, se estrenará este viernes 31 de enero, a las 19.30 horas, en la Filmoteca Regional de Murcia (con entrada libre hasta completar aforo).

Para rodar este documental que investiga la vida y obra del pintor mazarronero Isabel Durante se ha puesto detrás de la cámara, aunando sus conocimientos como crítica de cine y como profesora de Historia del Arte en la UMU, además de llevar a cabo actividad como comisaria de exposiciones y gestora cultural. Explica a Murcia Plaza que con este trabajo "pretendemos que este artista tenga el reconocimiento que se merece, porque aunque tuvo una vida muy corta y su producción, por lo tanto, no es muy vasta, sí que es muy significativa".

Para ello, en este documental "se ofrece un semblante sobre su figura, se rememoran cuáles fueron los hitos más destacados de su carrera y se analiza la importancia de su obra y lo que supone dentro del contexto español", explica Durante, quien recuerda que "tenemos obras suyas en las colecciones del Museo del Prado -como ese Descendimiento, que es un cuadro de grandes dimensiones (254 x 343 cm)". También destaca que Valdivieso "se codeó con muchos e interesantes artistas, como Luis Rosales, al que le unió una gran amistad, o la familia Madrazo. Por lo tanto, fue un artista que se movió en ese mundo de la pintura de primer nivel".

Para llevar a cabo esta investigación sobre la figura de Domingo Valdivieso, que Isabel Durante ha llevado a cabo junto a Julia Alarcón Luna, participan en el documental Mariano Guillén, cronista oficial de Mazarrón y antropólogo; Juan Francisco Belmar, de la Universidad Popular de Mazarrón; María Teresa Marín Torre, directora del Museo Salzillo; Noelia García Pérez, directora del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Murcia; Pedro J. Martínez, del área de Pintura del Siglo XIX del Museo del Prado; Raquel Vázquez Dodero, historiadora del arte y gerente de la Fundación Pedro Cano; Darío Vigueras, galerista y cuyo tatarabuelo tuvo relación con Valdivieso; Juan García Sandoval, director del Museo de Bellas Artes de Murcia (donde, por supuesto, también hay obra del pintor); y María Boluda, historiadora del arte. 

Cabe recordar que Javier Lorente comisarió en 2023 una exposición en Mazarrón para conmemorar el 150 aniversario de la muerte de Valdivieso, en el que participaron numerosos artistas actuales.

Sobre la vida y obra del pintor

El documental arranca con una primera etapa que es su infancia en Mazarrón, donde Domingo Valdivieso nació el 30 de agosto de 1830. Hijo del teniente coronel del ejército Pedro Valdivieso García y de Maravillas Fernández-Henarejos Sánchez, pasó su infancia y primeros años de juventud en la casa familiar que aún hoy sigue en pie en la calle Monche Ríos de Mazarrón. Posteriormente, cursó el bachillerato en Murcia y, una vez acabados estos estudios, se trasladó a Madrid. En la capital ingresó en  la Academia de San Fernando, pero también ejerció como empleado de correos hasta que, en 1852, lo abandonó para dedicarse por entero a la pintura.

Una vez que abandonó su oficio en Correos, Valdivieso se dedicaría por completo a la pintura, consiguiendo sus primeros ingresos gracias a sus ilustraciones de carácter militar o histórico. Estas litografías vinieron a ilustrar ediciones de lujo de la Historia de la Marina Española, Reyes contemporáneos, o el Estado Mayor del Ejército. Por aquella época también fue alumno de Juan Albacete.

En 1861 recibió una beca de la Diputación Provincial de Murcia, pudiendo de esa forma continuar sus estudios durante dos años en París y otros dos años más en Roma. En esta ciudad recibió las influencias del círculo de Overback y los nazarenos. Igualmente allí entabló amistad con el pintor Eduardo Rosales, quien más tarde se le brindaría como modelo para el 'Cristo yacente', un estudio preliminar para 'Cristo muerto al pie de la Cruz'.

Entre 1862 y 1866, Valdivieso participó con éxito en las Exposiciones Nacionales, obteniendo en 1862 la medalla de 3ª clase por su obra 'Las hijas del Cid abandonadas por los condes de Carrión', obra que sería adquirida posteriormente por el duque de Frías. En 1864 obtuvo la medalla de 2ª clase por su obra 'Descendimiento de la Cruz', (adquirida por el Estado) y, poco después, en 1866 volvió a conseguir la medalla de 2ª clase con la obra 'Primera comunión de una colegiala', adquirida nuevamente por el Estado.

A su regreso a la capital, Valdivieso fue nombrado en 1866 profesor interino de la Escuela Superior de Bellas Artes, haciéndose cargo de la clase de anatomía pictórica. En 1867 participó en la exposición regional de Valencia, consiguiendo la medalla de oro por su obra el 'Cristo muerto al pie de la Cruz'. En 1868 participó en la exposición regional de Murcia obteniendo el primer premio con la obra Ausencia. Finalmente, en 1871, concurrió por última vez a la exposición nacional y lo hizo con la obra 'Felipe II presenciando un auto de fe'.

Uno de los pocos retratos que se hicieron de Domingo Valdivieso fue el que le hizo Eduardo Rosales, al parecer a finales de octubre de 1872. Domingo Valdivieso falleció en Madrid el 22 de noviembre de 1872.