CARTAGENA. Pablo Alborán fue una de las estrellas inesperadas de la pasada edición de La Mar de Músicas. Mientras prepara su nuevo trabajo, del que ya se han conocido dos singles, el artista malagueño quiso viajar fugazmente a Cartagena para acompañar sobre el escenario a su amigo Toquinho. La leyenda brasileña interpretó junto al malagueño dos temas en uno de los momentos mágicos del festival. El artista malagueño lleva 'desaparecido' de la escena pública un tiempo en el que ha preparado con paciencia ("necesitaba silencio para poder escucharme", dice") su próximo trabajo y gira, que le llevará por 9 ciudades españolas (Bilbao, Barcelona, Valencia, Madrid, Murcia, Málaga, Sevilla, Granada y A Coruña).

Apareces en Cartagena como una estrella fugaz mientras te preparas para tu gira. ¿Qué sentiste al acompañar a una leyenda como Toquinho? 

Fue un regalo inmenso. Toquinho es uno de esos artistas que ha marcado generaciones con su elegancia, su sensibilidad y su forma de entender la música. Compartir escenario con él fue un honor y, sobre todo, una lección de humildad y de arte en estado puro. Hay algo mágico en su presencia: no solo por su historia, sino por cómo transmite con una sola nota.

¿Hay algo en común entre ambas músicas, la tuya y la de Toquinho o, precisamente, en esa gran diferencia reside tu amor por ella?

Creo que hay un punto común muy claro: la emoción. Los dos creemos profundamente en la música como un vehículo para emocionar, para contar historias desde el alma. Claro que hay diferencias de estilo, pero esas diferencias son lo que enriquece. Me encanta aprender de otras formas de componer, de sentir.

¿Qué crees que se debe aprender de este tipo de artistas tan únicos?

La autenticidad. Ellos no necesitan disfrazarse de nada. Son quienes son, sin esfuerzo. También la constancia, el respeto por el escenario, por el público, por la música. Y, por supuesto, la capacidad de reinventarse sin perder la esencia.

Tras un tiempo de composición, de ‘retiro’, te preparas para un 2026 y 2027 vibrante. ¿Se te está haciendo larga la espera? Girarás por todo el mundo.

Tengo muchas ganas, la verdad. Echo de menos el calor de la gente, ese momento en el que todo cobra sentido sobre el escenario. Pero también necesitaba ese espacio para volver a conectar conmigo y con lo que quiero decir. Ahora siento que llego con más fuerza, con más ganas de compartir.

¿Por qué necesitabas este ‘parón’ público?

Porque a veces el ruido exterior te desconecta del interior. Necesitaba silencio para poder escucharme, para escribir sin presión, sin expectativas, solo desde lo que me salía del alma. Y también necesitaba tiempo para estar con los míos, vivir, observar… y así volver a escribir con verdad.

¿Qué ha cambiado en ti? Si es que ha cambiado algo.

Creo que he aprendido a relativizar, a no exigirme tanto. He entendido que no todo tiene que ser inmediato, que el proceso también es parte del arte. Y he intentado cuidarme más, física y emocionalmente. Y vengo con un disco cargado de historias y mucha música de la de siempre.

Hay una gran expectación, ya nos has mostrado algunos avances ( KM0 y Clickbait), con tu próximo álbum. ¿Qué vamos a ver de nuevo?

Hay mucha búsqueda en este disco. He probado sonidos nuevos, colaboraciones inesperadas, letras más directas en algunos casos, y más abstractas en otros. Pero todo tiene un hilo: el deseo de comunicar desde la emoción. Me he permitido jugar más, ser menos rígido con lo que "se espera de mí". Pero por otro lado, he querido recuperar la pureza de mis raíces, profundizar en las baladas, y divertirme aprendiendo de estilos como el folk, la salsa, el merengue y por supuesto hay flamenco en este disco. Es un disco que tiene los brazos abiertos.

En algunas de tus últimas canciones has ido explorando varios géneros que, aparentemente, podían estar alejados de tu música. ¿Qué te anima a salir de tu zona de confort?

La curiosidad, sobre todo. Y las ganas de seguir aprendiendo. Me gusta sorprenderme a mí mismo. La música no debería tener límites ni etiquetas. Cuando algo me emociona, aunque esté lejos de lo que hago normalmente, intento integrarlo y hacerlo mío.

Eres uno de nuestros artistas más internacionales. ¿Te pesa, a veces, todo lo que genera tu presencia pública?

A veces sí. Ser una figura pública implica una exposición que no siempre es fácil de gestionar. Pero también me siento profundamente agradecido. Lo importante es rodearte de gente que te conoce de verdad y te ayuda a mantener los pies en la tierra. No perder el norte.

¿Qué has estado escuchando últimamente? Dinos alguna banda o artista que hayas descubierto.

Últimamente he estado escuchando mucho a Maro, Alex Warren, Patrick Manuel.. También me ha sorprendido Bruno Major, Rusowsky, tiene una sensibilidad brutal. Y sigo redescubriendo clásicos, que siempre vuelven con otra luz.