MULA. Las pinturas murales del siglo XVI dedicadas a San Jenaro de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Mula han recuperado el cromatismo gracias al proceso de restauración liderado por la Consejería de Cultura. Estas pinturas constituyen uno de los pocos vestigios del antiguo templo sobre el que en el siglo XVIII se levantó el edificio actual. Los frescos se localizan en la zona interior anexa al campanario, en el arranque de la cara norte, asentada sobre los restos de la desaparecida ermita original.
Así, sobre los sillares conservados se superpone una capa de estuco en la que se insertan los restos pictóricos intervenidos que han perdurado durante siglos, según informaron fuentes de la Comunidad en una nota de prensa.
El director general de Patrimonio Cultural, Patricio Sánchez López, visitó este martes los trabajos que se desarrollan en el templo, con el fin de supervisar los avances de esta intervención. Durante su visita señaló "la importancia de intervenir sobre estos testimonios artísticos únicos que conectan la historia religiosa y artística de Mula".
Los trabajos de restauración, dirigidos por un equipo especializado en conservación de patrimonio mural, se centran en la consolidación de los materiales originales y la recuperación del cromatismo de las pinturas, afectadas por notables pérdidas y alteraciones superficiales. El objetivo es garantizar la estabilidad y la lectura estética de estas obras, destacando su relevancia dentro del patrimonio artístico religioso de la Región de Murcia.
La escena representada en las pinturas muestra el martirio de San Jenaro, santo nacido en Benevento en el siglo III, muy venerado en la región de Nápoles, Italia. Fue ejecutado a comienzos del siglo IV, durante el mandato del emperador Diocleciano.
Según la tradición, el santo intentó interceder ante las autoridades romanas para salvar la vida del diácono Sosio, gesto que le costó la condena. Ante el temor de una revuelta por la crueldad del castigo previsto -ser arrojado a los osos-, el gobernador decidió finalmente ordenar su decapitación en un lugar más discreto.
La iconografía conservada en Mula recoge el instante previo a la ejecución, cuando Jenaro se lleva la mano al cuello justo antes de que la espada lo alcance.