MURCIA. Era su sueño. La escritora murciana Josefina Mengual Montalbán presenta su primer libro (individual) de relatos. Y lo hace, como suele, Sin mucho cuento, que es como ha titulado a esta publicación que ha visto la luz de la mano de la editorial murciana La Fea Burguesía. La cita será este viernes, a las 19:00 horas, en el Hemiciclo de la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia, en un acto en el que estará acompañada por la periodista Lola García, quien dialogará con la autora sobre el proceso creativo y los temas que aborda esta colección de trece relatos. La autora bromea con el hecho de que su presentación coincida con el encendido del Gran Árbol de Navidad en Murcia. Pero lo cierto es que no todo el mundo puede presumir de contraprogramar al mismísimo Richard Gere. Aunque ella aclara que, en realidad, "ha sido él quien me ha contraprogramado a mí".

Para empezar llama la atención que la periodista y escritora utilice como firma literaria la inicial de su nombre y los apellidos de sus abuelas (J. Mengual Montalbán); algo que ella explica señalando que quería desvincular el trabajo periodístico por el que se la conoce de esta faceta como escritora en la que "soy yo por completo". Asimismo, añade que el título tiene una intención y es que "para mí el cuento implica fantasía e inventiva y Sin mucho cuento viene a decir algo así como que está compuesto por trocitos de realidad, por cosas que nos pasan, que vives y que sientes. No tiene nada que ver con algo muy inventado o muy fantasioso. Y, de hecho, a mí no me gusta hablar de cuentos, sino de relatos".

Josefina añade que ha escrito estos relatos "como si fueran islas, ya que no tienen una continuidad en el tiempo, sino que cada uno ha tenido su momento. Para mí no tienen ningún vínculo, ni en cuanto a tema, ni en cuanto a trama, ni en cuanto a nada. Son relatos que surgen de momentos o de cosas que me cuenta alguien o que yo experimento. Pero, la verdad, es que hay gente que los ha leído y me dicen que me ven en todas partes.Yo no veo ese vínculo y, de hecho, no he querido vincularlos".

Sin mucho cuento reúne historias que, según informa la editorial, mantienen una profunda coherencia emocional. Por su parte, la periodista Carmen Morillas, colaboradora en el libro, destaca que "los personajes son muy parecidos, siendo cada cual único. Son personajes dañados, sufridores, temerosos, con cuentas que saldar, un poco al borde del ataque de nervios… pero siempre en progreso, evolucionando, cambiando su destino. Así que la esperanza es un punto en común en los relatos, como lo es el lenguaje poético y el sentido del humor. Además, la mayoría te cuentan una historia presente y a partir de ahí van volviendo al pasado y se enriquece notablemente la trama, que dice mucho más de lo que a priori aparentaba".

"Me gustan los finales felices"

En ese sentido, la autora apunta que "son personajes muy variopintos y yo me pongo detrás de cada uno de ellos, no porque sean biográficos, sino porque siento que esos sentimientos son los míos. Yo no puedo contar sentimientos que no hayan pasado por mí. Eso sí que sería difícil. Te puedes inventar cualquier cosa que pueda pasar por la calle o que te puedas estar imaginando, pero un sentimiento, si no lo has experimentado antes, ¿cómo lo manifiestas?"

Respecto a ese optimismo y esa alegría que ella desprende, la escritora señala que "a mí es que me gustan los finales felices, pero no como los de los cuentos, el de fueron felices y comieron perdices, sino más bien como una supervivencia esperanzadora". Y nada mejor para sobrevivir que el humor, que está presente en un par de los relatos publicados -"la gente me está diciendo que se lo pasa pipa leyéndolos"-, aunque luego hay otros que son "dramones". Y es que Sin mucho cuento es "como la vida misma, en la que hay días que te ríes a carcajadas y otros que no encuentras ningún motivo para hacerlo", dice la autora.

En estas narraciones -añaden, por otro lado, desde la editorial- "se advierte una constante necesidad de huida y un marcado realismo que se manifiesta en la mujer atada a un hombre marchito; en aquella que no cree en la tierra en la que nació; en un amanecer solitario y lleno de sombras; en un viaje que reivindica la sencillez; en quien convoca a una amiga del pasado para reconstruir su futuro; en el espejismo de un amor adolescente o melodramático; y en el deseo de desprenderse de las propias aristas que hieren y arrastran. También aparecen figuras innombrables con las que cualquiera podría cruzarse. Son, en definitiva, retazos de vidas que no pretenden nada… o quizá sí".

Retazos que la escritora Josefina Mengual Montalbán seguirá atesorando e hilvanando a través de la escritura. Porque si bien este libro es el primero (como única autora), no será el útimo. "Tengo un montón de cosas escritas: relatos, novelas terminadas, poemas... Ahora tengo una historia que me ronda mucho, mucho, mucho, mucho, y quizás me tire con esa, no lo sé", avanza esta murciana para quien escribir se ha convertido en una rutina y una necesidad. "Por poco que escriba, es algo que hago casi todos los días, aunque sean reflexiones, ideas para un relato que saco de cosas que me pasan en el trabajo, de conversaciones que pillo, viendo la televisión o de cualquier cosa... Aunque como sea una idea que me ha calado mucho y me ponga con ello, ese relato lo termino, aunque luego le dé alguna vuelta".

La presentación de este viernes será especial -aunque la autora ya ha participado anterioremente en otras con obras colectivas de relatos como La casualidad tiene sus argumentos II, y de poesía como Murcia a vista de haiku, La huerta en haikus y Haikus al Mar Menor-, porque aquí se presentará como J. Mengual Montalbán, una autora capaz de engancharte desde la primera línea de un relato ("La soledad no es una elección porque no es un capricho, porque no es buena. La soledad es amada a ratos, buscada como una concubina, a escondidas. Si te pasas del límite, se convierte en una golfa que te extorsiona insaciable de la mañana a la noche", comienza uno titulado Mi Sole). Será en un día en el que Murcia andará revolucionada con la presencia de un actor de Hollywood, pero en el que se podrá disfrutar también de un rato hablando de literatura y otras cosas... Sin mucho cuento.