Cuenta Eva Llorach que llegó tarde a todo esto de los premios y los reconocimientos, pero lo cierto es que la murciana se ha convertido en los últimos años en una de las actrices españolas más valoradas y aplaudidas, una todoterreno a la que no se le resiste nada y que deambula con paso firme por el cine, el teatro, la televisión y hasta la escritura. Puede que sea por eso -porque sus grandes oportunidades le llegaron sabiendo lo que quería y lo que cuestan las cosas- que Eva Llorach es todo lo contrario a una 'diva del cine', mostrándose al otro lado del teléfono cercana, natural y distendida.

Murcia Plaza habla con ella del premio que va a recibir este viernes en el Festival de Cine Fantástico Europeo, Sombra, de las películas que está a punto de estrenar -y es que se encuentra en periodo de recolectar- y del emocionante momento que vive el audiovisual murciano, del que ella quiere formar parte. Ya lo está haciendo con su participación en la película El Instinto, con la que se inaugura el festival murciano que durante una semana traerá a la ciudad zombies, vampiros y criaturas diabólicas. Un género que, por cierto, a Eva Llorach le gustaría explorar más.

El Festival de Cine Fantástico Europeo de Murcia, Sombra, te concede este viernes el premio Serial Killer, con el que se reconoce la contribución de figuras del cine español a este género cinematográfico. ¿Los premios en ‘casa’ se disfrutan más?

Es un premio que recibo con muchísima alegría. Porque cuando tuve todo aquel reconocimiento de premios –se refiere a cuando le dieron, entre otros, el Goya a mejor actriz revelación por Quién te cantará en el 2019-, al año siguiente vino la pandemia mundial y sentí como que la comunicación con Murcia se había cortado un poquito a raíz de aquello. No osbtante, en los últimos tiempos he vuelto a hacer bastantes cosas por aquí. Y estoy absolutamente encantada. No he coincidido en Murcia con la celebración del Sombra, porque yo llevo 15 años fuera de Murcia y el Sombra celebra su catorce edición, pero tengo entendido que este festival tiene una cantidad de adeptos muy grande. Estoy encantada de que me hayan llamado y es un honor estar premiada junto a dos personas tan reconocidas como Javier Botet, que es un grande del cine de terror y conocido mío, y el director John McTiernan.

Pero no solo, eso. Este viernes, el Sombra arranca con la proyección de la película murciana El Instinto, en la que compartes protagonismo con Javier Pereira y Fernando Cayo. ¿Cómo ha sido tu participación en este filme, rodado en la Región y dirigido por el lorquino Juan Albarracín?

A mí me llegó la propuesta por parte de Dany Campos, que es productor de toda la vida y un lorquino que lleva más años que yo en Madrid. Me sorprendió mucho el guion, porque es verdad que me habían llegado bastantes propuestas de Murcia pero no había habido ninguna que me llamara la atención. Me gustó mucho el guion de este thriller psicológico, pero todavía me gustó más cuando conocí a Juan Albarracín. Es muy joven y me sorprendió su seguridad, lo claro que lo tenía todo. También me atrajo, claro, el hecho de poder venir a Murcia y que el rodaje se produjera en una parte de la Región que no es tan conocida. De hecho, rodamos en el campo de Bullas, que es un espacio maravilloso, un lugar como para hacer un western, que es al final lo que  es esta película, un western de terror. El Instinto a mí me parece que es un ejercicio de seguridad en la dirección, en la puramente cinematográfica, pero también en la de los actores.

El público del Sombra tendrá la oportunidad de ver dos trabajos tuyo, ya que antes de El Instinto se va a proyectar tu corto Ángulo muerto...

Así es. Es un corto maravilloso de Cristian Beteta en el que trabajo con el actor (murciano también) Carlos Santos y que te deja bastante conmocionado. Tengo muchas ganas de que la gente vea el corto y después la película.

• Eva Llorach en Ángulo muerto -
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Vas a recibir un premio de un festival de cine fantástico, aunque no es precisamente el género en el que más has trabajado.

Es verdad que yo he hecho poco género de terror y por eso agradezco aún más que me den este reconocimiento. Al principio, hice una película con Nacho Villalonga en la que había mucha sangre y con Cristian Beteta voy a hacer otro corto este año en el que hay también bastante sangre, algo psicológico y una historia brutal. Lo que sí puedo asegurar es que como actriz es tremendamente divertido y satisfactorio hacer este tipo de cine, por lo que estoy deseando que me lleguen más proyectos de este estilo. He tenido pocas ocasiones de explorar este género y me apetece mucho, muchísimo, la verdad.

¿Qué sientes cuando ves esos lugares que forma parte del paisaje de tu tierra en la pantalla?

Pues mira, me ha pasado también últimamente con Sorda, que es esta película maravillosa y bellísima de Eva Libertad, que yo recomiendo muchísimo y que ha tenido un gran reconocimiento en Berlín. Para mí, el hecho de ver Murcia en la pantalla es muy emocionante. De pronto ver en el cine el Parque de Floridablanca o sitios donde tú has crecido de pequeña es muy especial y sobre todo si es en películas tan bellas e interesantes como Sorda o El Instinto.

¿Está pasando algo en la Región para que se esté haciendo más y mejor cine?

Es muy emocionante que esté pasando esto en Murcia y espero formar parte de ello. Creo que hay, de pronto, un grupo de directores y directoras con mucho talento y esto es maravilloso. Se ha creado la Film Commission para que la gente venga a rodar a Murcia. Pienso que hay un momento de ebullición maravilloso.

Ocurre que los actores viven en una dimensión temporal diferente al de los estrenos y los premios, ya que una película puede tardar bastante en llegar a las salas. ¿Eva, en qué momento te encuentras ahora mismo?

Pues mira, ahora mismo estoy en momento de rodar y en momentos de estrenar, de recoger, de recolectar. De hecho, tengo dos pelis por estrenar. Una de la directora Marina Seresesky, que se llama Islas y que ha supuesto la vuelta al cine de Ana Belén, con la que he tenido la suerte grandísima de trabajar y que creo va a ser una película muy hermosa. Luego, tengo otra película que rodamos en República Dominicana, Reversión, con un director que se llama Jacob Santana, en la que también está el murciano Jaime Lorente, Belén Rueda y Fernando Cayo, con el que vuelvo a coincidir tras El Instinto.  

Además, mi última película, Un lugar común, se puede ver en Movistar Plus y la verdad es que está recibiendo unas críticas buenísimas. De hecho, nos llevamos –y hablo en plural porque la siento como mía- el Gaudí a la Mejor Dirección Nobel para Celia Giraldo. Estoy muy contenta con esta película y con mi trabajo en ella, y creo que va a tener mucho reconocimiento y que me va a traer cosas muy bonitas.

"Cuando pasas de una edad cada vez tienes menos proyectos"

• Eva Llorach en Un lugar común -
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No parece que sea tu caso, pero te he oído hablar de la falta de proyectos para las actrices cuando alcanzan cierta edad…

Es que, como te decía, ahora estoy en la fase de recolectar. Pero es así. Cuando las actrices decimos que no trabajamos, es verdad; puede ser porque no nos llegan proyectos o porque los que nos llegan no nos gustan. Voy a ser justa con mi situación. Es verdad que me han llegado cosas que a mí no me han tocado y que ahora tengo la grandísima suerte de poder decir que no a proyectos que no me interesan. Si no tiene recorrido el personaje o me hablan de un cliché con el que yo no estoy de acuerdo, pues no lo voy a hacer.

Pero también es verdad que cuando pasas de una edad cada vez hay menos proyectos. Te aseguro que esto pasa, que hay una especie como de pirámide que se va estrechando cuando vas cumpliendo años. Yo espero que esto cambie porque hay cosas en el cine que no se han visto y yo estoy deseando que alguien las escriba. Y si no, pues mira, me tendré que poner a escribirlas yo, porque es verdad que hay cosas que le ocurren a una mujer de 50 años que no se han visto en el cine.

¿Encuentras tiempo para escribir?

Aprovecho este momento entre rodajes y entre trabajos para intentar sacar adelante algún proyecto mío. Es más teatro que cine. Es un proyecto de investigación y de cosas que me interesan que yo espero que germine en algo. Pero pasa que cuando ya me voy a meter en el ajo siempre me surge algo. Tengo que aprovechar estos momentos de descanso para ponerme las pilas. Y, además, investigar siempre está bien porque te nutre como persona y como actriz y te hace crecer, nunca es trabajo perdido.

Para acabar con un poco de salseo, ¿cómo fue llevar ese vestido tan comentado de Concha Velasco en los últimos premios Goya?

Es una historia maravillosa. Una vecina mía, con la que coincido sacando a los perros, me comentó que había comprado un vestido de Concha Velasco en una subasta de televisión y me lo ofreció. Un vestido de Karl Lagerfeld de los años 90, cuando él ya estaba en Chanel. El caso es que me estaba absolutamente perfecto, no tuve que tocar nada de ese vestido. Fue algo como milagroso. Además, me obsesioné con Karl Lagerfeld. También fue muy divertido porque al día siguiente de los Goya mis amigas me mandaban mensajes diciendo que estaba saliendo, en un programa de Telecinco de por la tarde por ejemplo, mi foto al lado del hijo de Concha Velasco, con el que habíamos hablado previamente para todo esto, claro. Fue algo muy bonito.