MURCIA. La galería Babel de Murcia sigue avanzando en el tiempo con su particular homenaje al 1.200 aniversario de la fundación de Murcia, con una exposición cada mes que dedica a un periodo concreto de la historia de la ciudad. Y así, casi sin darnos cuenta, el espacio que dirige Javier Cerezo ha llegado al 'El siglo XVI, desde la Leyenda Negra al Siglo de Oro', época que ilustra con la obra personalísima, llena de símbolos y enigmas, de la pintora murciana Carmen Cantabella. La exposición, que se ha inaugurado este viernes, podrá verse hasta el próximo 29 de noviembre.

En esta exposición -la octava del programa Murcia2025 de la galería- Catabella ha reunido "algunas de mis obras en las que mezclo apropiacionismo con pop art, un tema candente con los vídeos de Antonio García Villarán en Youtube y la polémica entre apropiación, copia y plagio", según señala la propia artista en redes. Con ellas, se puede reflexionar sobre ese tránsito desde la Leyenda Negra hasta el Siglo de Oro.

"Desde aproximadamente el año 1500 hasta 1650, España ha vivido un doble suceso que ha trazado su historia y su futuro. Por positivo tuvo su Siglo de Oro, pero por negativo, se construyó en torno a Felipe II y al Imperio español una elaborada y pertinaz Leyenda Negra. A partir de 1635, la imagen que proyecta España es la de un imperio en retroceso, lo que no impide que se alcancen algunos de los mayores logros en Literatura, arte y pensamiento. No en vano, dos de los hijos de este momento controvertido de la historia de España son Miguel de Cervantes y Diego Velázquez", añade Cantabella.

"Este exposición de Cantabella ha estado fraguándose mucho tiempo", manifiesta por su parte Javier Cerezo, quien hace un paralelismo entre las obras de la artista y acontecimientos históricos . Así, por ejemplo, la pintura de Cantabella ¿Cómo puede el arte español expresar su momento? ilustra como un dilema cómo las verdades cambian a través del paso el tiempo.

"Cantabella ha evocado a través del lenguaje metafórico de las obras que conforman esta exposición la frustración y el desconocimiento que los españoles tenemos de nuestra propia historia", apunta Cerezo, quien comenta que la pintura El remero representa nuestro propio sentimiento de anti heroísmo. Por otra parte, la escultura San Jorge y el dragón evoca el espíritu beligerante de los aragoneses de esta época; mientras que la pintura Alistados plantea de qué forma estaba instalada en la sociedad de la época la frecuencia y lo arbitrario de los conflictos armados.

La pintura Éxodo habla de los éxodos, de los mínimos equipajes que acompañan a los exiliados de todas las épocas, también en la expulsión de los mudéjares y judíos de España en los siglos XIV, XV y XVI que alimentó la Leyenda Negra española. Un lugar protagonista en esa imagen la ocupó la Inquisición, evocada en Malos tiempos, obra que reflexiona sobre la violencia que se desata en los tiempos de intransigencia y fanatismo religioso.

Mis dioses habla de los choques culturales y las distintas estructuras ideológicas de las sociedades; Temporal en los Países Bajos es una metáfora sobre la violencia vivida en Países Bajos en los siglos XVI y XVII fruto de la política territorial que caracterizó al reinado de Felipe II; y La quimera de los Habsburgo representa como perseguir un sueño se puede convertir en una pesadilla sin sentido. Pero se siguió soñando, mientras Europa se hacía y se deshacía continuamente, situación de la que habla la obra Construcción y destrucción, al tiempo que Los restos de la Gran Armada simboliza los sueños de triunfo y la realidad de los fracasos.

Asimismo, La memoria evoca tácitamente cómo es el choque cultural entre dos culturas alejadas entre sí, como lo fue la española y la americana durante la expansión colonial.

En todas estas obras, Cantabella ahonda en algunos de los temas más controvertidos de la historia española, haciendo reflexionar al espectador y destacando que Incluso a un imperio se le acaba el tiempo.