Con la entradas agotadas, el concierto de este sábado por la noche de Ilegales en la Sala Mamba! de Murcia había generado un gran revuelo y expectación, tratandose de una banda que ha logrado por méritos situarse entre las bandas de rock de culto españolas. Sus adeptos, una amalgama de lo más variopinto, sabían a lo que venían y no salieron nada defraudados. Porque el directo de los asturianos fue de matrícula de honor.
La banda de Jorge "Ilegal" Martínez sigue conquistando 40 años después con sus letras irreverentes, descaradas, afiladas e incendiarias, y ese sonido identitario procedente del rock en sus diferentes variantes, el post punk o el rockabilly, unido al personalismo temperamento del bajo y la bateria, sus riff icónicos y la voz valentona y dura de Jorge, y que mantiene impoluta. Y lo hacen tan frescos como el primer día, sin caer en bucles.
El color predominante sobre el escenario, el negro riguroso, y la actitud, desafiante. Junto a Jorge, el bajista Willy Vijande, el batería Jaime Beláustegui, y el teclista y guitarra Mike Vergara.
Ilegales demostró anoche que ser fieles a su estilo kamikaze les ha salido bien, aunque no estuviera en sus planes sobrevivir. Porque lo que siempre les ha importado más que nada y por encima de todo, de la fama o el dinero, ha sido la música. Hidalgos románticos, nunca han tenido pelos en la lengua para decir lo que pensaban y decirlo a su manera. "Mil veces prefiero ser bocazas, que un murmurador", reza la letra de uno de sus nuevos temas, "Tantas veces me he jugado el corazón que lo he perdido".
El público se rendía anoche a los tributos musicales y provocadores de Ilegales que dejaron muy claro que veteranía y dignidad son posibles. Venian a Murcia a presentar su decimotercer disco. "Joven y arrogante", grabado a caballo entre los estudios "La casa del Misterio" de Oviedo y "Silencio","de Madrid, con Juanjo Reig a los mandos.
El concierto se abría con uno de los temas nuevos. "Al fondo de la noche", y más adelante "Ansiedad", también del nuevo disco. A lo que seguían intercaladas canciones de distintas épocas y trabajos musicales y algunos de sus "himnos", que el público coreó hasta desgañitarse. Como "Tiempos nuevos, tiempos salvajes", "Chicos pálidos para la máquina", que dio título a su disco del 88, o "Soy un macarra".
Así, una a una soltaron sin dar tregua su repertorio de temas de corte existencial e emirreverente y que nos trasladan a ambientes duros, turbios y chungos. Otras veces oníricos, y a ratos sentimentales también. Un repertorio cuidadosamente escogido y que resumía muy bien estas cuatro décadas de furia musical. "Ansiedad", "Joven y arrogante", "Juventud, egolatría", "Todo lo que decís que somos",...y así hasta más de 30 temas.
El público, que recibió una a una las canciones como una sacudida, también esperaba alguna "perla" del músico con el humor desdichado que lo caracteriza y fueron varias las ocasiones en las que se dirigió con "palabras para el marmol" a los presentes.
Todo hay que decirlo, lo tuvieron fácil porque el público ya estaba ganado antes del que sonará el primer acorde. Aún así, dejaron sangre sobre el escenario los de Jorge Martínez anoche en Murcia en el segundo de los conciertos de su gira que iniciaron en Sevilla la noche anterior.
Ilegales, sin duda, siguen siendo jóvenes y arrogantes.