MURCIA. La artista murciana Mar Sáez fue la testigo infiltrada del reencuentro de jóvenes en las playas de Ostia en Roma tras pandemia. Ella, una joven más en realidad, fotografió con su cámara a aquellos chicos vulnerables que se abrazaban y acariciaban, que bebía, se reían o charlaban después de dos años de un aislamiento que transformó una ciudad habitualmente viva y bulliciosa, hasta convertirla en un espacio desconocido. Un extrañamiento que también aparece en la mirada de estos adolescentes que volvían a encontrarse y cuyas certezas y rutinas había desaparecido. El resultado de este trabajo artístico, social y psicológico es Terza Vita (tercera vita), un proyecto viajero que nació en Italia, donde se expuso por primera vez -en el Castello Gamba en Valle d'Aosta (Italia), comisariado por la italiana Laura Tota- y que ahora ha llegado al Centro Párraga de Murcia, donde podrá visitarse hasta el 5 de septiembre.

Escenas protagonizadas por estos jóvenes -que dan rienda suelta a sus deseos reprimidos- se intercalan con imágenes de la ciudad monumental -sumida en el silencio y la soledad-, en un trabajo que se adentra en el renacimiento de las relaciones interpersonales entre adolescentes y que nació de la beca de residencia que obtuvo Mar Sáez en 2021 en la Academia de España en Roma. La investigación que llevó a cabo esta artista murciana llevaba aparejada "mirar a sus habitantes desde una proximidad tan invasiva como cómplice, ya que las fotografías pretendían ser permeables a la intimidad de los retratados. Mi intención era observar su vulnerabilidad, en un acuerdo de intercambio fotógrafa/fotografiado/futuro espectador y en un momento de transición del contexto histórico y social", explicaba la autora. 

Asimismo, desde una dimensión emocional y a través de la combinación de la fotografía con grabaciones de vídeo y entrevistas de audio, Terza vita plantea en un icono de ciudad multitemporal (que une pasado, presente y futuro) un acercamiento al concepto de libertad y al mapa de los afectos nacido en el seno de una tercera vida. "Una vida más allá de la nostalgia de un pasado estable como del shock de la incertidumbre del presente y que surge incluso en las condiciones más adversas", señalaba Mar Sáez. Una 'tercera vida' entre la nostalgia del pasado y la incertidumbre del presente.

Por su parte, la comisaria, Laura Tota, destaca que "entre fotografía, vídeo e instalaciones sonoras, Terza Vita de Mar Sáez no representa sólo un proyecto artístico, sino una profunda reflexión sobre el concepto de libertad y la importancia de las relaciones humanas en tiempos de crisis. La eternidad de Roma y la fragilidad de la adolescencia se funden en una narración que celebra la resiliencia humana y la capacidad de rencontrar la esperanza incluso en los momentos más difíciles. Las imágenes de Sáez nos invitan a observar y reflexionar, recordándonos que el renacer es posible, también en las circunstancias más adversas".

El trabajo invita al espectador a conectar sus vivencias con las de los fotografiados y a reflexionar sobre los ecos de un momento que supuso una ruptura en la continuidad de la vida cotidiana. Las imágenes son un compendio de experiencias singulares que se enmarcan en una estructura de incertidumbre y remiten a una experiencia universal que pone de manifiesto la pulsión de la vida y la capacidad de adaptación de la condición humana en tiempos de incertidumbre.

Sobre la artista

Mar Sáez es una artista multidisciplinar que trabaja con fotografía, texto, vídeo y sonido. En 2021 recibe una beca de la Academia de España en Roma para realizar una residencia artística en la ciudad. Es licenciada en Psicología y Comunicación Audiovisual. Amplía sus estudios y se especializa en fotografía contemporánea, teoría y proyectos artísticos. En su trabajo intenta explorar la complejidad de la identidad y la biopolítica, procurando hacer un retrato, desde dentro, de las realidades que le preocupan y analizando los límites del género documental.

Sus proyectos se producen en plataformas como instalaciones, libros, documentos web y películas. Ha publicado tres fotolibros: Vera y Victoria (2016) y Gabriel (2018) con la editorial André Frère Éditions y Terza Vita (2024) con La Fábrica y Schilt Publishing. Su obra está presente en museos y colecciones privadas en Europa, Asia y Estados Unidos. Como artista está representada por la galería Daniel Cuevas en Madrid y Fifty Dots en Barcelona.