MURCIA. El Museo Ramón Gaya de Murcia ha participado en las jornadas conmemorativas del centenario de la Generación del 27, celebradas en espacios emblemáticos de Sevilla como el Ateneo, la Universidad y el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, junto a más de una veintena de entidades culturales. El encuentro ha reunido a especialistas, instituciones y público en torno a uno de los momentos decisivos de la cultura española del siglo XX.

El Museo Ramón Gaya estuvo representada por su director, Rafael Fuster, quien tuvo un papel central en el desarrollo y el cierre de las jornadas. La participación del museo subrayó la relevancia de la figura del pintor y escritor murciano en el contexto del 27 y su estrecha relación con los principales autores de la llamada Edad de Plata.

El broche final de las jornadas fue la conferencia impartida por Rafael Fuster centrada en la figura de Ramón Gaya y el círculo intelectual y afectivo que lo vinculó a la Generación del 27. Durante su intervención, Fuster abordó la relación de Gaya con figuras clave como Federico García Lorca, Jorge Guillén, Juan Ramón Jiménez, Juan Guerrero Ruiz, María Zambrano, Luis Cernuda o Concha de Albornoz, poniendo de relieve una red de amistades y complicidades intelectuales que fue decisiva en su formación.

La conferencia destacó a Ramón Gaya como una figura activa y determinante en el entorno del 27, pese a que él mismo manifestó en numerosas ocasiones su escepticismo hacia la idea de las generaciones literarias. Tal como dejó escrito, consideraba que esa clasificación era un ‘artificio’, aunque reconocía que aquel grupo compartía algo excepcional en la cultura española: la amistad.
Rafael Fuster subrayó que la obra temprana de Gaya estuvo marcada por las búsquedas vanguardistas propias de aquellos años, visibles en sus primeras publicaciones y en su participación en revistas fundamentales como Verso y Prosa.  Estas colaboraciones, impulsadas desde Murcia por Jorge Guillén y Juan Guerrero Ruiz, fueron esenciales para el desarrollo artístico del joven Gaya, quien recibió una beca que le permitió consolidar su trayectoria.

En este contexto, la charla situó a Murcia como "rompeolas del 27", al recordar el papel decisivo del suplemento literario de La Verdad y de la revista Verso y Prosa, donde se publicaron textos de algunos de los autores del 27 incluso antes del célebre encuentro del Ateneo de Sevilla. Esta perspectiva permitió ampliar el foco tradicionalmente sevillano o madrileño del movimiento y reivindicar otros núcleos fundamentales de irradiación cultural.

La intervención de Rafael Fuster puso también de relieve la figura de Juan Guerrero Ruiz, secretario del Ayuntamiento de Murcia, mecenas, mediador cultural y amigo íntimo de poetas y pintores, a quien Gaya reconoció siempre como una influencia esencial. Guerrero Ruiz fue descrito como alguien que supo entender que el arte y la vida no eran realidades separadas, sino una misma experiencia prolongada.  Fuster habló del importante legado donado este mismo año al Museo Ramón Gaya del archivo fotográfico de  Guerrero Ruiz, con imágenes de muchos de los componentes de esta generación irrepetible.

Con esta participación, el Museo Ramón Gaya reafirmó su compromiso con la difusión del legado intelectual y artístico de su fundador, así como con el estudio de su papel dentro de uno de los periodos más fértiles de la cultura española contemporánea. Las jornadas concluyeron dejando patente la vigencia del pensamiento de Ramón Gaya y su lugar singular, libre e independiente, en torno a la Generación del 27