CARTAGENA. "Distinto. Sujeto dotado de falta de comprensión". Esta es una de las definiciones que se puede encontrar en la exposición Sentimentario, que el ilustrador cartagenero Guillermo Berman muestra en la Sala Subjetiva Nicomedes Gómez del Palacio Consistorial de Cartagena hasta el 2 de septiembre. Acompaña a estas palabras un collage en el que aparece una fotografía en blanco y negros de los niños de un colegio, en la que uno de ellos está cubierto de color. No son definiciones al uso, sino que "salen de lo más profundo del corazón", las que conforman este diccionario ilustrado (basado en un libro del mismo título publicado por el artista en 2023).

"Si les gusta el realimo mágico, el surrealismo, lo onírico o el intimismo, vengan a ver esta exposición", apunta Guillermo Berman, quien este martes ha asistido a la inauguración juanto al concejal de Juventud, José Martínez. El espacio acoge 15 collages originales de diferente formato, pero todos son de tamaño reducido. Muchas de las obras están basadas en imágenes antigua y objetos olvidados, creando las historias que éstos emanan para conferirles nueva vida y dotarlos de un nuevo significado. Sus composiciones constan de pocos elementos para resaltar los personajes y sus acciones. De esta manera, a partir de fragmentos de un diccionario de los años 20, el ilustrador compone definiciones de palabras de uso cotidiano y les otorga una dimensión etérea, íntima y conmovedora. 

"Todo surge de un proyecto que inicié hace unos años en el que cada día realizaba un collage y le incluía una definición", ha explicado el artista. Incluso las definiciones son también collage, ya que, según detalla su creador, "se toman diferentes partes para recomponer ese significado".

Como detalla Berman, cada uno de los trabajos lleva una cartela con una definición, ya que las obras son ilustraciones que pertenecen a ese libro de 2023, un diccionario ilustrado de gozos y aflicciones. Por eso, según el propio artista son piezas íntimas, es decir, "obras pequeñas y me gusta que cada persona se acerque y pueda estar cara a cara con los trabajos para interpretarla como mejor le plazca".

El ilustrador cartagenero, que ha desarrollado gran parte de su carrera fuera del municipio, ha agradecido la colaboración del Ayuntamiento: "Es todo un halago, ya que, aunque ya he participado en varias exposiciones en Cartagena, es la primera vez que la hago en un emplazamiento como el Palacio Consistorial", ha dicho Berman, quien espera que muchas personas visiten la exposición coincidiendo con el periodo estival y la llegada de turistas y grandes eventos culturales como La Mar de Músicas.

Cartel del festival de cine más pequeño del mundo

Guillermo Berman nace en Cartagena a finales de la década de los 80. Estudia Bellas Artes en las facultades de Murcia, Salamanca, Palermo y Venecia (Italia), así como el Máster de Diseño e Ilustración en la Universitat Politécnica de València. Ha autoeditado varios libros ilustrados, como Sentimentario, Relatos entrecortados o Una aventura pasajera, en los que juega con los conceptos de fanzine y libro objeto. En la actualidad reside en Madrid, donde compagina su trabajo como mediador cultural en el Museo Nacional de Antropología con encargos de índole artística.

Como ejemplo de uno de estos encargos, Guillermo Berman ha realizado recientemente el cartel de la decimocuarta edición de la Muestra de Cine de Ascaso, que lleva con orgullo el hecho de ser la más pequeña del mundo. Y es que Ascaso es una aldea situada a mil metros de altitud en el Pirineo aragonés, compuesta por unas pocas casas y la iglesia. No obstante, su modesto festival de cine ha dado fama a este pequeño emplazamiento. "En Ascaso, bajo el cielo del Pirineo aragonés, a finales de agosto disfrutamos del cine, la naturaleza y el buen rollo para reivindicar el valor de las cosas hechas con mimo", anuncian un año más.

Respecto a la obra del artista cartagenero destacan que "integra los elementos que hacen de la muestra algo tan especial: la naturaleza, el cielo de Ascaso, el pueblo en lo alto de la sierra, con sus casas, varias de ellas reformadas como consecuencia directa del festival y, por supuesto, el proyector de cine con los voluntarios que hacen posible que cada final de agosto nos reunamos en este entorno tan privilegiado para disfrutar de las películas y de la convivencia".