No es habitual dar un giro radical a tu vida pasados los 30 años. A la edad a la que la mayoría de la sociedad se asienta vitalmente, Borja Niso recibió 'la llamada' de la música y apostó todo a su sueño. Dejó su vida (casi literalmente) y empezó a construir otra completamente distinta. Ahora aterriza en Cartagena donde seguirá contando su (peculiar) historia.
¿Cómo te presentarías artísticamente?
A ver, yo me considero antes persona que artista. Siempre lo digo muchas veces porque al final llevo en el mundo del artista y del piano muy poquito tiempo. Tengo 45 años y empecé y empecé con 36. Es decir, he sido más años persona que artista y yo me considero pues como tal una persona totalmente normal, humilde, cercana con el público, con mi gente. La verdad es que no tengo una descripción concreta, sino simplemente disfrutar de mi pasión, que es la música descubierta tardía, pero siempre digo que nunca es tarde si la pasión es la correcta. Y Borja mismo al final es un ingeniero informático reconvertido en pianista que descubrió su propósito de vida a los 36 años y que ahora quiere vivir de él de forma humilde, sincera y muy vinculado con emocionar a la gente a través de mi música, que es lo que quiero. Al final que la gente venga a mis conciertos y se vaya más feliz de lo que entró, porque al final creo que eso es la vida, que hablemos con las personas y que las personas nos aporten cosas.
Explícame cómo es esto de que en 2016 empiezas a tocar el piano, un piano digital y nueve años después estás girando por España y viviendo dignamente de la música. ¿Cómo pasa todo?
Pues mira, la verdad es que es sorprendente. Yo te lo voy a contar y te voy a intentar resumir. Realmente el camino empieza a finales del 2015, era invierno, un poquito antes de Navidad. Yo un día llegué a casa, me acuerdo perfectamente, me dijo mi hijo, y ese día llegaba yo tarde, porque tenía reuniones, me dijo papá, ¿podemos ver una serie? Tenía el ocho años en ese momento. Y ¿podemos ver una serie de dibujos y tal?
Dije, venga, nos sentamos en la tele, estuvimos viendo un rato un episodio y al acabar de repente pusieron un anuncio, que era el anuncio de la lotería de ese año, que era “Justino y la Fábrica de Maniquíes”, no sé si tú te acuerdas. Yo veo el anuncio, de hecho, yo creo que era el día que estrenaban el anuncio, en todas las cadenas, y a mí me dejó impactado. Yo, de hecho, claro, si hubiera podido rebobinar y darle al Play, lo hubiera vuelto a ver, pero claro, era la televisión, era en directo. Lo vuelvo a ver, estaba colgado en YouTube, y abajo en los créditos, en chiquitito ponía que la pieza de piano se titulaba Nuvole Bianche, nube blanca en italiano, y que era de un compositor italiano llamado Ludovico Einaudi.
Yo jamás había conocido a Ludovico, nunca había sabido de él, ni había oído su nombre, ni su existencia, y nada. Y esto que me pongo a escuchar esa noche en Spotify, Nuvole Bianche, no pego ni ojo, me voy sin dormir toda la noche, al día siguiente me levanto pronto, a las siete de la mañana, me voy a ir a trabajar, llevo el trabajo agotado porque no había dormido de nada, enciendo el ordenador y nada más meterme a currar, no sé qué estoy haciendo, me aparece en Google un anuncio de publicidad, de estos de publicidad, de los enlaces patrocinados, y pone que Ludovico Einaudi viene al Teatro Real. Así que fíjate que esto que estábamos hablando era el 28 de noviembre, y el concierto era el 16 de abril del 2016.
Compro la entrada y espero todos los meses hasta que llegue el concierto. Yo voy al concierto un sábado, 16 de abril del 2016, recuerdo sentarme en la butaca, empezar el concierto a las ocho en punto, ocho y cinco, y yo recuerdo la primera hora como algo brutal, yo creo que es de las mejores experiencias después del nacimiento de mi hijo que yo he vivido en directo, y esto que a las nueve, nueve y cinco, lo recuerdo porque miro el reloj, se apagan todas las luces, veo que se levantan todos los músicos, y se queda Ludovico solo, que es un momento que él tiene muy íntimo del concierto.
Y empieza a tocar Nouvelle-Église. En ese momento que él empieza a tocar, yo siento como un escalofrío, empieza a temblar, empieza a llorar, como si de alguna manera me estuviera dando algún tipo de, no lo sé, de colapso, era una sensación muy extraña, no era mala, no era desagradable, pero era extraña, yo me sentía mal, no me notaba bien, de hecho, digo, bueno, me estoy muriendo, y en esto que yo me acuerdo, dije, “bueno, cierra los ojos, respira, y me cierro los ojos”, y en ese momento empiezo a ver imágenes, y las recuerdo. Empieza como si fueran flashes, muy rápidas, y eran como escenarios, no sé, no te sé explicar, eran escenarios muy grandes, con un piano en el centro, y en esto que se para una imagen, y hay alguien muy lejos, al fondo del todo, tocando un piano, en el centro de un escenario, con miles de personas, y se acerca esa imagen, y de repente me veo yo, a mí mismo, tocando el piano. Claro, yo en ese momento recuerdo abrir los ojos, alucinado, o sea, yo estaba al borde de que me diera un ataque, y justo cuando abro los ojos, que eso es lo que relato en mis espectáculos, yo empiezo a escuchar una voz, y bueno, al final lo explico siempre como, en mi caso yo lo llamo la voz de nuestra alma, la voz de nuestra voz interior, era una voz más grave, y bueno, vamos a llamarlo que recibí un mensaje, que a ver, fue muy corto, al menos duró 15 segundos, pero ahí decidí que mi vida tenía que cambiar, yo lo que escuché fue: “Borja, bienvenido, te estábamos esperando. Después de 35 años acabas de descubrir tu propósito de vida, que es tocar el piano y emocionar a la gente con tu música”.
Yo no entendía nada. Era ingeniero, tenía unas empresas, que había montado 17 años atrás, mi vida era muy cómoda, yo estaba muy bien, trabajaba bien, ganaba bien, tenía una casa recién comprada, un coche recién comprado, una familia… En fin, yo no estaba buscando nada, yo iba a un concierto porque había visto un anuncio. Y cuando escucho ese mensaje, me viene como un flash, y dije, hostias, tengo que dejar el trabajo, lo tengo que dejar todo, tengo que tocar el piano.
Y eso fue lo que hice. Al día siguiente, que era domingo, yo me siento, hablo con mi familia de lo que me había sucedido, claro, imagínate, fue desastroso todo, no entendían nada. Bueno, me costó el matrimonio, la relación con mi padre, con mi hermano, en fin, fue un poco traumático, aunque eso ya está resuelto más o menos, pero bueno, fue traumático durante muchos años. Dejé mi trabajo, después de 17 años, vendí mis participaciones en la empresa, y empecé a aprender a tocar el piano de cero. Las siguientes semanas, en las dos, tres semanas primeras, con ese piano eléctrico que tenía mi hijo, empecé a escuchar, en mi cabeza, escuchaba música, ya no escuchaba voces, pero escuchaba música, y yo ponía las manos en el piano y sonaba la música que yo tenía en la cabeza, sin tener ni idea de leer partituras, sin tener ni idea de nada, de nada, de nada, de nada, cero, y yo empecé a componer, entonces ahí entendí el mensaje de emocionar a la gente a través de tu música,
Acabo de publicar mi cuarto álbum, ya estoy componiendo el quinto, que de hecho voy a presentar temas del quinto álbum de forma exclusiva en Cartagena, y bueno, pues ya te digo, estuve dos años encerrado en mi casa, aprendiendo a tocar el piano con tutoriales de YouTube, hasta 2019, un poquito antes de la pandemia, que decidí arrancarme a girar.
Empecé haciéndolo con un tributo a Ludovico Einaudi, para poderme dar a conocer y poder agradecer a la figura de Ludovico, a su persona, pues agradecerle lo que había hecho por mí.
Poco a poco fue creándose algo mucho más grande, espectáculos mucho más grandes, empezamos a meternos en el mundo del teatro musical, creamos dos obras de teatro, dos conciertos teatralizados muy grandes, que es lo que ha estado girando por España. Hasta llegar a hoy, y llevamos más de cuatrocientos conciertos, estamos a punto de llegar a los cien mil espectadores, en total.
Por matizarte una cosa que decías al principio, para que veas un poco lo difícil que es este mundo. Yo estoy todavía viviendo de forma no muy honrosa, es decir, económicamente hablando. Ten en cuenta que todo lo que estás viendo, lo estoy produciendo yo con mi socia. Es decir, no tenemos ayuda, todo es a base de préstamos del banco, alquilar el teatro del Parque Torres, hemos alquilado, lo hemos pagado, o sea, hay muchas veces que no cubrimos, porque claro, no se venden suficientes entradas, de hecho, este año estaba la cosa bastante difícil, que por eso empecé a llamar a unos amigos, y justo en primavera, me llama, que vas a alucinar, el manager de Ludovico Einaudi, y me dice que me quiere fichar, y ellos trabajan para Warner. Claro, yo me quedo con los pelos de punta. Ahora es donde empiezo a ver, ahora sí, ahora hemos llegado, hemos conseguido llegar, hemos empezado a trabajar con ellos, y este es el primer concierto que estamos con ellos, el de este viernes, de Cartagena, pero hasta este 28 de febrero, que fue cuando me llamaron, se firmó el contrato en marzo, no me acuerdo de que día, llevamos con ellos un par de meses como mucho, estábamos solos ante el peligro, totalmente, llevamos 400 conciertos, y ha sido muy difícil. Yo he ido dando los pasos que creía que tenía que dar, para llegar a mi sueño, que era emocionar con mi música, y ahora mismo estamos en ello.

- Borja Niso durante un concierto. -
- Foto: GetIn
Te atreves digamos, o te viene esta llamada, por así decirlo, con el piano. Es de los instrumentos más complicados, ya no sólo de tocar, que también, sino de lograr tener cierto virtuosismo para poder crear.
Yo vengo de la nada absoluta, porque yo al final soy ingeniero. Mis padres de pequeño, no sé si con cuatro o cinco años, según me han contado, porque yo no me acuerdo de nada, intentaron que me metiera en el mundo de la música, yo era bastante vago desde pequeño. A mí que me obligaran a estar cinco horas ahí, no, y yo no quise hacerlo.
No lo sé, yo sinceramente creo, y te lo digo de verdad, te lo digo de forma visual, espiritual, yo sí que creo que tenía un desarrollo espiritual dentro de mí, que, por cuestiones de la vida, porque al final nos metemos en la vida esa loca de ir, más aquí en Madrid, de currar desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche, yo sé que tenía un propósito, sé que tenía un don. Como tú dices, todo el mundo me ha dicho que es muy difícil, pero a mí es que no me ha costado nada. Ha sido un desarrollo de muchísimas horas, de miles de horas, pero no me ha costado, lo he disfrutado, no he tenido clases de profesores, ha sido todo intuición, digo, no, pues esto tiene que ser así. O sea, el sonido que tenemos en directo, que ha sido un desarrollo de ingeniería de sonido brutal, ha sido todo probar y probar ideas, un día sueño con algo, pues tengo que probar esto, y lo probamos.
Es como que todo ha estado... Es que es muy difícil de explicar. Como si estuviera guiado.
Como si tú tuvieras unos ángeles que te van guiando y tú no te das cuenta, pero realmente, para llegar hasta aquí, si yo no hubiera ido guiado, es imposible que yo llegara aquí. Porque he tenido que tomar, no te puedo decir cuántas decisiones, pero 3.000, 4.000, 5.000, o sea, momentos en los que he tenido que decidir, o voy por la izquierda o voy por la derecha. Y siempre, y te lo digo de verdad, siempre he elegido bien. Cuando había un 50% de posibilidades de equivocarme. Y eso no es casualidad.
¿Cómo es posible que no tocaras antes? No sé si te lo has preguntado tú en estos años.
No, porque no tenía interés. A mí me gusta el rap. Para que te hagas una idea. A mí lo que me gusta es el rap. Yo puedo escuchar cualquier tipo de música, porque mi madre sí que escuchaba mucha música de todo tipo. Yo en casa oíamos música, pero a mí es que no me interesaba. A mí me empezó a interesar después de ir al de escuchar el concierto y de ir al concierto Ludovico. Y entonces me metió obsesivamente en la cabeza.

- Borja Niso durante un concierto. -
- Foto: GetIn
¿Y a Ludovico lo has conocido ya en persona?
No he podido todavía, pero ya, por supuesto, el año que viene, que vuelve a España, ya evidentemente mi manager es su manager, ya me han comentado que haremos algo y que nos conoceremos de alguna manera. Él conoce mi historia, por supuesto, hace un montón de tiempo, y le ha dado el visto bueno. Porque al final yo he estado haciendo un tributo para él durante un montón de años.
En España se ha conocido a Ludovico en una parte muy importante, gracias a que yo llevo 5 años haciendo no sé cuántos conciertos. Yo he empezado a tocar mi música en grandes espectáculos desde hace dos años. Pero hasta entonces yo estoy haciendo su música y él está muy emocionado. Lo que me habían transmitido es que está muy emocionado.
¿Qué podemos esperar del espectáculo?
Pues mira, lo que se va a esperar, sobre todo, es descubrir mi profundidad como persona a través de una historia que voy a contar con la música, en la que voy a tocar grandes éxitos de Ludovico, porque los hago siempre en todos los conciertos, pero donde realmente es la primera vez, el primer gran concierto que hago con GetIn y con Syntorama, en el que de alguna forma voy a desvelar todo mi potencial o una parte de él, de mi propia música. Voy a hacer un recorrido por todos los álbumes, ya te digo, son cuatro.
De hecho, voy a tocar dos piezas inéditas, que saldrán no sé el año que viene o cuando sea, en mi nuevo álbum, que de pronto no lo vamos a sacar porque acabamos de publicar en diciembre el último, Evolution, y yo lo que quiero es que la gente venga y que salga más feliz de lo que entró. Si sale con una sonrisa y con lágrimas en los ojos, para mí ya ha merecido la pena.