MURCIA. El artista Antonio de los Llanos (Murcia, 1960) vuelve al espacio expositivo Progeso 80 de Murcia (nombre que indica su ubicación exacta) para abrir al espectador las puertas de las villas privadas de Pompeya y dejarle entrar en un mundo en el que, a pesar del tiempo y seguramente gracias a la lava que todo lo cubrió, ha conservado la riqueza cromática que inundaban estos hogares romanos. El pintor murciano ha fusionado las figuras humanas, y el relato, con la arquitectura y la arqueología del lugar en la exposición Interrupción en rojo, que este miércoles se inaugura a las 19.30 horas y se podrá visitar hasta el 16 de diciembre. Cabe recordar que la galería se puede visitar también virtualmente a través de una webcam.

Antonio de los Llanos presenta en esta muestra -comisariada por el doctor en Historia del Arte y director de la sala, Tomás Ruiz Planes- su mirada personal de las ruinas de Pompeya, a través de ocho obras que se engloban bajo un título tan evocador como es Interrupción en rojo, porque roja era la lava que dejó petrificada la urba romana hace casi dos mil años; y porque el color rojo ocupa un especial protagonismo en las pinturas que se descubrieron a partir del siglo XVIII. Rojo pompeyano, llamaron a ese color de un pigmento mineral a base de óxido de hierro con un tono cercano al ocre rojo, que se puso de moda en salones de sociedad y museos. Un color que se ha convertido en una referencia estética y cultural.​

La muestra -que se sitúa en ese momento etéreo, volátil, en el que se manifiesta la fragilidad de la existencia y el anuncio del fin- es "fruto de nuevas experimentaciones con el color y la línea, -impronta del artista-, trabajadas y exhibidas en anteriores muestras a través de las series Paisajes íntimos, 2021 o La facultad del alma. Reflejo en la naturaleza, 2024. Por otro lado, el tratamiento del cuerpo humano, desdibujado y protagonista en ocasiones de la acción narrada, como en Tentación de una realidad impuesta, 2020", recuerda el comisario de la exposición.

Señala Ruiz Planes que esta nueva colección "propone un diálogo entre la memoria y el recuerdo fugaz, el desvanecimiento de las acciones y su prolongación en la memoria, la fuerza del momento, instante suspendido y la eternidad, el recuerdo". Y añade: "Antonio de los Llanos intensifica, selecciona y reinventa su obra por medio de la aparición de columnas derruidas, como en La escena del muro, umbrales fósiles, enclaves domésticos de entretenimiento y sociedad como en Banquete".

También se aprecian en su obra "ecos de las villas enterradas en campos de color que albergan el recuerdo plasmado en El descanso del héroe, entre muros desvanecidos. Testigos de la actividad munera gladiatoria, en Combate, gladiadores en el anfiteatro de mampostería representado decadencia, o en La última vuelta del circo, exhibición de carreras de cuadrigas que se desvanecen al llegar a su meta", enumera el director de Progreso 80. que le pide al artista que siga trabajando para que sus "colores y desdibujadas figuras humanas entremezcladas en la arquitectura nos lleven y adentren en la vida colorida y festiva del interior de Pompeya".