En junio de 1989, justo después de triunfar en Estados Unidos, el mítico grupo Depeche Mode grabó en Almería el videoclip de Personal Jesus. Una de las chicas que aparece en la grabación -realizada en uno de esos poblados donde se rodaban películas de vaqueros- es el personaje ficticio que protagoniza Ana que fue pop, la primera novela del murciano Rafa Luján, que reúne en ella sus grandes pasiones; entre ellas la de su amor por Murcia, donde transcurre una buena parte de la historia. El autor presentará esta novela negra que habla básicamente “de amistad” este miércoles 26 de febrero en la Casa del Libro de Murcia. Será a las 19.00 horas, en un acto que contará con la presencia de Cristóbal Terrer.
“Quería hablar de Murcia, pero sin caer en la caricatura, utilizando símbolos de identidad que todos reconocemos”, señala este productor audiovisual, creador de contenidos y guionista, que desde su residencia en Madrid asegura tener “una mirada privilegiada de mi tierra por verla desde fuera”. Criado en la zona de Ronda Norte y San Antón, ha querido que sus raíces estuvieran presentes en su primera novela, que ha escrito en el horario que le ha permitido su trabajo -de 7.30 a 10.00 horas-, durante prácticamente un año y medio. “Siempre había oído decir que si querías escribir una novela debía ser sobre un tema que te apasionase, porque ibas a pasar mucho tiempo con ello”, apunta Rafa Luján.
Se lo tomó al pie de la letra el autor murciano. Para empezar, subyace en la obra su afición por la música. “Soy un melómano, aunque yo no toco ningún instrumento”, confiensa Luján, quien aporta como dato en su biografía que nació en 1976, el mismo año en que los Ramones sacaron su primer disco. Asimismo, es un gran fan de la cultura pop, que “para mí lo engloba todo, desde una canción de Rosalía a una silla de Estrella de Levante en el bar del Jardín de la Polvora (donde por cierto se encontraba Rafa Luján cuando lo llamamos de Murcia Plaza)”. De hecho, este es uno de los muchos escenarios de la Región que aparecen en esta novela, junto a otras zonas de Murcia, el Altorreal, la batería de Castillitos (Cartagena) o Campillo de Adentro (Cabo Tiñoso).
Todos los escenarios en los que Rafa Luján sitúa esta historia son ubicaciones reales, aunque se pueden encontrar elementos inventados o artificiales. Se trata de Campohermoso, un pueblo campesino cerca de Cabo de Gata; Tabernas, donde se rueda el videoclip; y Cabo Tiñoso, muy cerca de Cartagena. El escritor destaca que en este último paraje se encuentra un tipo de arcilla violeta llamada láguena, palabra que solo se utiliza en la Región. “La láguena tiene propiedades aislantes y se utiliza para impermeabilizar las casas. Esa idea me sedujo, la posibilidad de camuflarse y esconderse”, explica.
También la fotografía juega un papel importante en Ana que fue pop, ya que el protagonista es fotógrafo de boda. “Yo soy un gran aficionado a la fotografía, es una disciplina artística que me apasiona y que creo que es la más democrática, ya que todos podemos hacer fotografías y salir en ellas”, explica. Además, existe una reflexión sobre la mentira que puede haber tras una imagen fotográfica (es un instante determinado, fruto de una selección y en muchas ocasiones con un diseño y un montaje preconcebido), siendo, precisamente, el artífice de estas mentiras (un fotógrafo de bodas) el que deberá encontrar la verdad.
Una novela con muchas capas
Pues todo esto, más buenas dosis de misterio y diferentes temas como la violencia de género, confluyen en esta novela negra “con muchas capas”, según señala su autor, quien explica que la trama se divide en dos tiempos temporales distintos. Uno de ellos transcurre en la Región de Murcia, donde Uri, el protagonista (que habla en primera persona), hace un retrato a una desconocida sin saber que esa mujer lleva décadas oculta, huyendo de algo. La imagen gana un premio, sale en todos los medios de comunicación y al día siguiente la mujer aparece muerta. Y todo indica que su muerte ha ocurrido por culpa del retrato.
Las respuestas solo pueden estar en el pasado, apunta Rafa Luján, por lo que una segunda línea narrativa transcurre en los años 80, cuando Ana, una chica normal que vive en un pueblo de Almería y que sueña con ser actriz, participa en la grabación del videoclip de una de las canciones más icónicas del pop. El escritor, acostumbrado a los rodajes, convierte en esta parte del libro a Ana y sus amigas en las protagonistas, mientras los famosos Depeche Mode son meros figurantes (al revés de lo que ocurre en el videoclip). Esta parte está narrada en tercera persona, lo que le ha permitido al autor poder relatar con una cierta distancia los duros hechos de los que es víctima la protagonista.
Porque Ana que fue pop también aborda la violencia de género en un contexto muy concreto, en el de la controversia y las manifestaciones que motivó la llamada “sentencia de la minifalda” de 1989, que justificaba un abuso sexual porque la víctima llevaba una falda corta.
Rafa Luján, quien estudió Ciencias de la Comunicación e Historia del Arte, sufre -según confiesa- "una mitomanía incurable y una debilidad por todo lo que tiene que ver con la imagen". Ha sido guionista durante más de 20 años, y actualmente trabaja como productor de televisión. Es un apasionado de la fotografía, del cine y de toda la música que cabe entre los Stones y Billie Eilish. Además, el autor de Ana que fue pop es nieto del escritor murciano Rafael García Velasco (creador de los Cuadernos Murcianos). "Ahí tengo la semilla para ser escritor", apunta.
