MURCIA. Decía Vasili Vasílievich Kandinsky, uno de los mayores exponentes del arte abstracto, que “el arte no reproduce lo visible, sino que hace visible lo que no siempre es”. El pintor de origen ruso, es esencialmente conocido por la aplicación sinestésica, una variación no patológica de la percepción humana, a toda su obra. Se dice que él pintaba música. Que era capaz de asignar un tono cromático a un instrumento y una nota. Su concepción espiritual del arte ha sido una de las grandes aportaciones al mundo de la fenomenología; la llamada ciencia de las esencias. Estas esencias que estudian los procesos neurológicos y psicopatoloigías que surgen en el ser humano. Dicho de otra manera: cómo somos capaces de percibir las cosas a través de los estímulos que recibimos.
Amparados en este proceso y siguiendo la premisa de hacer visible lo que no siempre es, la Chef Begoña Rodrigo y el fotógrafo Javier Corso han decidido crear el primer maridaje fotográfico de la historia. Un maridaje que se originó como una campaña publicitaria de la marca de telefonía móvil Xiaomi para dar dar a conocer la potencia de su cámara Leica, pero que ha transcendido la comunicación comercial para convertirse en un estudio científico avalado por la Universidad Politécnica de Valencia. Precisamente de este estudio nos habló Purificación García, catedrática del Departamento de Tecnología de los Alimentos de la Universidad Politécnica “Hemos preparado una investigación de esta experiencia. Al final esto tendrá mucho valor, porque tendrá un trabajo estadístico detrás, todo un trabajo de investigación convencional, pero en una experiencia que es muy real. Una experiencia que viviremos gente, no algo que tú piensas y diseñas en el laboratorio sino que detrás está la valoración del trabajo de la chef, del fotógrafo, de los artesanos y todo esto, al final, el relato de la historia sí recoge la experiencia de comer con los ojos”.