Repsol ha dado un paso muy importante en su modelo dirigido hacia la digitalización y autonomía de sus centros industriales con la adjudicación a Telefónica del despliegue de su red privada 5G. El proyecto, que estará plenamente operativo en 2026, conectará las instalaciones de Cartagena, A Coruña, Puertollano y Tarragona, permitiendo avanzar hacia plantas más seguras, eficientes y sostenibles. Gracias a esta infraestructura, la compañía energética podrá automatizar operaciones mediante drones, sensores y sistemas inteligentes, consolidando su liderazgo en innovación industrial y su apuesta por la transición energética.
Lo que ha hecho Telefónica ha sido desplegar una red privada 4G/5G basada en la red pública Movistar con acceso a radio que proporciona cobertura en exteriores a cada uno de los cuatro centros de Repsol, en los que se desplegará 5G en ancho de banda de 700 MHz y de 2.100 GHz, y de 4G con ancho de banda de 800 MHz, 900 MHz y 1.800 MHz.
Y eso ¿qué permitirá?, pues que los cuatro centros tengan conectividad según las características y necesidades de cada uno de ellos. La incorporación al proyecto de SIMs específicas para la red privada y capacidades de red como el Network Slicing da garantías de servicio de extremo a extremo en todos los tramos hasta el dispositivo final. Telefónica proporciona tanto el despliegue, simultáneo en los cuatro centros de la red 5G, como el mantenimiento del servicio.
La compañía energética ha sido pionera en probar redes privadas y soluciones 5G para mejorar sus procesos y facilitar el actual despliegue de una red 5G con la que continuar avanzando en la transformación de sus centros industriales. Así, esta adjudicación también permitirá establecer plantas autónomas en un periodo de 3-5 años, automatizando así esos centros industriales mediante cámaras, sensores y drones.
¿En qué consiste el proyecto Planta Autónoma?
El mismo forma parte del Programa Digital de Industrial de Repsol. Una planta autónoma es aquella que, con la supervisión de personal de Repsol, ejecuta acciones en base a las instrucciones de programación de la producción y al estado de los activos, con el objetivo de maximizar la rentabilidad y la eficiencia.
La red 5G para los centros industriales de Repsol permitirá una mejora exponencial de las comunicaciones, dotándolas de mayor rapidez, fiabilidad, robustez y más seguridad operativa, además de generar un ecosistema de proyectos futuros, en ámbitos como la robótica o los drones.
Hace ya casi 7 años que Repsol cuenta con uno de los Programas de Digitalización más avanzados de la industria energética global, y se ha convertido en uno de los ejes principales para la consecución del Plan Estratégico 2024-2027. La tecnología está siendo uno de los habilitadores fundamentales para la transformación de los centros industriales hacia centros multienergía, más eficientes, sostenibles, más autónomos y predecibles.
¿Qué aporta el 5G a los centros industriales de Repsol, como el de Cartagena?
El 5G está revolucionando la forma en que funcionan las plantas industriales de Repsol. Esta tecnología permite una conexión más rápida, segura y con mayor capacidad, lo que mejora la eficiencia, la seguridad y la capacidad de respuesta ante cualquier situación. En palabras simples, el 5G hace que todo esté mejor conectado y funcione con más agilidad.
Estas son las principales ventajas de su aplicación en los centros industriales:
- Empleados siempre conectados: los trabajadores pueden comunicarse y acceder a información desde cualquier punto de la planta, sin depender de estar en una sala de control. Esto mejora la seguridad y la rapidez de actuación.
- Datos en tiempo real: gracias a la comunicación Push-to-Talk (PTT), los empleados pueden introducir o consultar datos directamente desde el móvil o la tablet mientras realizan su trabajo, sin tener que volver a la oficina o al centro de control.
- Más dispositivos conectados (IoT): el 5G permite conectar una gran cantidad de sensores, cámaras y máquinas al mismo tiempo, lo que mejora el seguimiento de los procesos y la detección de incidencias.
- Videovigilancia avanzada: los sistemas de CCTV (circuito cerrado de televisión) podrán transmitir vídeo en alta calidad y en directo, facilitando la supervisión remota y aumentando la seguridad.
- Comunicación más completa: ya no solo se comparte voz, sino también vídeo, geolocalización y datos digitales, todo al instante.
- Priorización de emergencias: en caso de incidencias, las comunicaciones críticas tienen prioridad, garantizando que los equipos más importantes reciban la máxima atención.
- Asistencia y supervisión a distancia: el personal técnico puede monitorizar y asistir operaciones sin estar físicamente en el lugar, lo que agiliza el trabajo y reduce riesgos.
- Localización en tiempo real: el posicionamiento GPS permite saber dónde están las personas y los equipos en cada momento.
- Análisis inteligente de datos: al integrar el 5G con los sistemas de información, se recogen y analizan datos operativos al instante, mejorando la toma de decisiones y la eficiencia.
- Control total desde cualquier lugar: con la baja latencia del 5G (es decir, sin retrasos en la conexión), la sala de control se puede visualizar desde dispositivos portátiles, reforzando la supervisión y el control de las operaciones.
En resumen, el 5G permite que las plantas de Repsol sean más seguras, eficientes y digitales, conectando a personas, máquinas y sistemas en tiempo real.
Transformación hacia un modelo de multienergía
Repsol ha impulsado la transformación de sus cinco centros industriales en España -A Coruña, Cartagena, Puertollano, Tarragona y Muskiz (Vizcaya, bajo la marca Petronor)-, que se han convertido en protagonistas de la evolución de la compañía hacia un modelo multienergía.
Esta transformación supone sustituir materias primas de origen mineral, como el petróleo y el gas, por residuos de diversa naturaleza o aceites de origen orgánico, con el fin de fabricar combustibles renovables y materiales circulares con una menor huella de CO₂.
En conjunto, los cinco complejos industriales de Repsol generan cerca de 15.000 empleos directos e indirectos en España, consolidándose como un motor clave para la transición energética y el desarrollo industrial del país.
La transformación industrial de Repsol ya es una realidad gracias a proyectos pioneros que marcan el camino hacia una energía más sostenible y circular.
La planta de combustibles renovables de Cartagena, la primera de la Península Ibérica, cuenta con una capacidad de producción de 250.000 toneladas anuales. Los combustibles renovables producidos allí ya se comercializan en más de 1.300 estaciones de servicio Repsol en toda la Península.
La planta de Puertollano será la segunda instalación de combustibles renovables de Repsol en la Península Ibérica. Podrá procesar distintos tipos de residuos para transformarlos en combustibles 100 % renovables, como HVO (diésel renovable) y SAF (combustible sostenible para aviación). Actualmente está en construcción y su puesta en marcha está prevista para 2026.
Por su parte, la Ecoplanta de Tarragona representa un hito mundial: será el primer proyecto en utilizar la tecnología de gasificación a escala industrial, capaz de convertir residuos municipales en productos de alto valor añadido, como metanol y otros combustibles renovables que pueden usarse directamente en el transporte marítimo o transformarse en diésel y combustible de aviación en los centros industriales de la compañía.
La digitalización, pieza clave en la transformación de los centros industriales de Repsol
En el proceso de transformación hacia centros multienergía y sostenibles, Repsol está impulsando una profunda digitalización industrial. En esta nueva etapa cobran especial relevancia las tecnologías de captación de datos (sensórica), los sistemas de conectividad interna y externa -como wifi, 5G e Internet de las Cosas (IoT)-, y las plataformas cloud que permiten analizar en tiempo real los parámetros de operación y del entorno.
Dentro de su hoja de ruta hacia la planta autónoma, la compañía ha identificado seis elementos clave que marcarán el futuro de sus operaciones industriales:
- Supervisión de los activos: automatización de tareas de vigilancia, control, limpieza y aseguramiento mediante cámaras, drones y robots.
- Mejora de activos y procesos: aplicación autónoma de mejores prácticas operativas adaptadas al estado y condiciones de cada activo, incluyendo la automatización de procesos manuales y el uso de optimizadores.
- Excelencia en fiabilidad: implantación de mecanismos de control predictivo y avanzado para evaluar la “salud” de los activos, apoyados en robots de inspección y herramientas digitales.
- Mantenimiento avanzado: uso de tecnología y robótica para reducir averías, agilizar reparaciones y optimizar el mantenimiento, con robots para limpieza de tanques y plataformas digitales para la gestión de órdenes de trabajo y permisos.
- Interfaz persona-máquina: adaptación de las funciones de control, mantenimiento y supervisión a los nuevos entornos digitales, con sensores inteligentes en salas de control y herramientas de realidad aumentada al servicio de los operarios.