Uno de los problemas más acuciantes para solucionar en los meses de verano es el tráfico en La Manga y Cabo de Palos. La gran cantidad de vehículos que llegan, especialmente los fines de semana, la especial singularidad de La Manga, con una Gran Vía como única arteria, provocan el colapso en muchos días durante el verano y encontrar un hueco para aparcar es casi un milagro. Por ello, los empresarios han decidido tomar cartas en el asunto y plantear algunas ideas para dar solución a este problema.

“La Manga tiene una capacidad de carga de vehículos, y esto hay que controlarlo de alguna manera. No hay posibilidades de aparcamiento disuasorio dentro de La Manga, hay muy pocos. Fuera de la manga sí los hay. Entonces, la idea que vamos a lanzar, tanto para los ayuntamientos como para el futuro ayuntamiento de La Manga, si al final se produce, es que La Manga sea una Gran Vía, una zona de acceso restringido. Porque no queda otra, no es una cuestión elitista. Acceso restringido a través de matrículas de coches por vivienda, los que sean. El resto estaría con un sistema de cámaras, como en ciudades que te metes en zonas céntricas, expuestos a una multa”, plantea el presidente de los empresarios de La Manga y Cabo de Palos. “Es la única manera. Claro, para esto hay que dar una solución, y la solución son aparcamientos disuasorios fuera de la manga, en la zona de Cabo de Palos, con autobuses lanzaderas que vayan por toda La Manga y Cabo de Palos. Como lo de Calblanque, más o menos igual”, añade.

Vecinos y empresarios se han quejado en numerosas ocasiones de lo imposible que está el tráfico en La Manga. “O tienes parking en tu urbanización o vivienda, o lo que hay que hacer es buscar un aparcamiento cuando llegas y no moverlo salvo máxima necesidad”, afirman muchos vecinos. “Es la única manera. El tema de los coches en La Manga está totalmente desbordado, los fines de semana todavía más, y hay que controlarlo de alguna manera. Entonces, la gente que quiera venir los fines de semana, como la gente que quiere ir los fines de semana o cualquier día a Calblanque, deja el coche fuera, se coge un autobús, y esa es la única manera que tendría de moverse”, apunta Espinosa.

La idea no es firme, pero pretende servir de inicio para una mesa de trabajo que debata, de forma seria señalan los empresarios, el problema de movilidad en La Manga y Cabo de Palos. “Esto, a nivel de hostelería, se nos abre también una puerta. Toda aquella persona que tenga una reserva, como cuando tú vas a Madrid, no tendrá problema para entrar con su vehículo.  En Madrid, si vas a un parking, tú entras a la zona centro y vas a un parking, ya no tienes ese problema. Porque el parking automáticamente comunica que esa matrícula ha entrado en una zona restringida, pero ha entrado en un parking, no en cualquier sitio. Esto sería algo parecido con el tema de las reservas en los restaurantes. Tú tienes una reserva en un restaurante y ya tendrías algo así”, apunta el presidente de los empresarios.

La idea aún está en fase de ideas, pero entienden que sería una manera racional de evitar los colapsos que, cada verano, se produce en la zona. Ello, entienden, además, que permitiría que el transporte público pudiera funcionar de una manera más efectiva, al tener menos tráfico en sus trayectos.