La Diócesis de Cartagena, a través de la Delegación Episcopal de Hermandad y Cofradías, ha enviado un requerimiento  a la Cofradía Marraja en la que indica que se han puesto de manifiesto “posibles irregularidades que afectan al que debiera ser correcto y legal funcionamiento de esa Cofradía”, por lo que les requiere que procedan al “funcionamiento reglamentario” teniendo en cuenta que el cobro de las cuotas debe obedecer “a un sistema controlado por la propia Cofradía”, como giros de recibos a cuenta bancaria, o bien expedición particular de los mismos para su entrega física “pero en ningún caso”, añaden desde la Delegación Episcopal de Hermandades y Cofradías “debe admitirse el justificante expedido por el propio interesado antes de que dicho justificante haya sido comprobado en la contabilidad de la Cofradía”.

Por otro lado, indican que en caso de pagos de cuotas por terceras personas, distintas al interesado “debe constar claramente el titular de la cuota debida y la persona que realiza el pago en su nombre”, y no se puede admitir “la transmisión de e datos personales protegidos por la legislación específica para ello, a través de correos electrónicos que no son corporativos”.

Por último, indican que no se puede “hacer uso de cuentas bancarias que no estén bajo el CIF de la Cofradía. Cualquier ingreso aceptado en nombre de la iglesia”, advierten” y derivado a este tipo de códigos de identificación fiscal, supone un fraude hacia el interesado, hacia la propia Cofradía y, por ende, hacia la Iglesia”.

Por ello, instan a que se sirva lo siguiente:

Expedir certificado de cada de las cuentas bancarias a las que se están haciendo ingresos o pagos en nombre de la Cofradía o de alguna de sus agrupaciones, con indicación del código de identificación fiscal que sostiene cada una de ellas.

Solicitar certificado de la entidad bancaria, en la que conste el titular y el número de cuentas corrientes en las que se ingresan fondos en nombre de la Cofradía o de alguna de sus Agrupaciones.

Expedir listado en el que conste el nombre, apellidos, DNI y contacto con cada una de las personas que, ostentando cargo representativo en la Cofradía o en alguna de sus Agrupaciones, recibe o dispone de fondos, o está autorizado a disponer de las cuentas bancarias que se utilizan en nombre de la misma.

Formulario que la Cofradía haya previsto para solicitar la autorización a cada cofrade de sus datos personales.

Listado de los miembros de esa Cofradía que hayan suscrito ya dicho listado.

Formulario que la Cofradía y cada una de sus agrupaciones facilita a sus miembros para abonos de cuotas.

Listado de cuentas de correo electrónicas de las que se está haciendo uso en nombre de la Cofradía, o de alguna de sus agrupaciones, y no se hallan bajo el dominio corporativo de la misma.  

Desde la Cofradía explican a este diario que están trabajando en todo lo solicitado y próximamente cumplimentarán el trámite requerido, “que obviamente es bastante arduo porque son 18 Agrupaciones”. Por otro lado, quieren dejar claro que una cosa es una irregularidad en el procedimiento seguido y otra distinta irregularidad en el manejo de dinero o  cuentas (pago de cuotas) “que nunca se ha producido”.