El brachichito es el culpable de que, desde hace un mes, el parque Juana I de Castilla, situado en la Urbanización Mediterráneo, esté cerrado a cal y canto. Las raíces del brachichito -nativo de Australia, conocido como árbol botella y muy popular en jardines y parques- han levantado el solado del parque, y suponen, según el Ayuntamiento, un peligro para caminar o correr, especialmente en el caso de los más pequeños. De ahí que lleve semanas con el candado echado.

Según Cristina Mora, la concejala del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cartagena  y de acuerdo con el informe de los técnicos, el brachichito ha provocado que el pavimento de adoquines se haya levantado, generando situaciones de riesgo. El servicio de jardines está valorando la sustitución del arbolado existente por otro autóctono, mejor adaptado a la sequía y con menos raíces superficiales. Además, también se estudia la posibilidad de agrupar el espacio infantil -actualmente dividido en dos- en una sola zona, para que los niños puedan jugar juntos, y colocar nuevos elementos. Paralelamente, se está evaluando la renovación del pavimento, con la instalación de uno nuevo. Por último, se contempla la necesidad de ejecutar nuevas canalizaciones del alumbrado público y actualizar las existentes con un diseño más eficiente y adaptado a las necesidades actuales.

"Si por culpa de los brachichitos tuviéramos que cerrar parques en este municipio, le aseguro yo que no habría ni un parque abierto en Cartagena, señora Mora", respondía en tono sarcástico el portavoz del PSOE de Cartagena en el Ayuntamiento de Cartagena, Manuel Torres, tras escuchar la justificación de la edil Cristina Mora sobre los motivos del cierre.

"Lo que sí le digo a los vecinos de la Urbanización Mediterráneo es que van a tener brachichitos para rato, y que el parque va a seguir cerrado", añadió, lanzando un mensaje, de nuevo, a la concejala popular: "Usted, en vez de ir a hablar o llamar por teléfono al presidente de la asociación de vecinos, acérquese al parque y verá las papeleras llenas de excrementos de animales domésticos, que llevan ahí semanas. Los vecinos y vecinas del entorno nos llamaron. Como tengamos que esperar a que ustedes quiten los brachichitos, cambien los columpios, pongan farolas, etcétera..., no sé si veremos el parque abierto. Déjense de fallas y petardos y vayan ustedes al parque. Abra usted el parque, meta los servicios de limpieza y cuide a los brachichitos. Más allá de sus estudios o sus obras -de esas que ustedes dicen que hacen, pero luego no hacen- ya le digo yo que, para los vecinos y vecinas de la Urbanización Mediterráneo, la culpa de que el parque esté cerrado la tienen los brachichitos".