El Rey Felipe VI ha podido comprobar poco después de las diez de la mañana ‘in situ’ el grado de operatividad del submarino S-81 después de haber salido a la mar este mismo lunes a bordo del Isaac Peral en el Arsenal de Cartagena. Después de finalizar la calificación operativa el pasado lunes, Felipe VI ha presenciado cómo funcionan los diferentes equipos y sistemas del barco, entre ellos, la inmersión, que es un momento crítico, o salida a la superficie.

Tras ser recibido por los oficiales del Arsenal y de la Flotilla de Submarinos, pasar revista y hacerse una foto con los integrantes de la flotilla, el Rey ha embarcado en el S81 para iniciar su salida.

El S81 ha navegado en inmersión y la tripulación le ha explicado lo que hace el sumergible en este tipo de maniobra, una vez que la nave ha superado toda la evaluación y, posteriormente, calificación operativa a la que ha sido sometida a lo largo de los últimos meses.

La visita estaba programada para el segundo semestre del pasado año, pero por problemas de agenda y de todas las pruebas en las que ha estado inmerso el S81 se ha retrasado finalmente hasta este mes de mayo.

El Isaac Peral es el primero de una serie de submarinos de la clase S-80 Plus, que reciben los nombres de otros submarinistas ilustes como Narciso Monturiol (S-82), Cosme García (S-83) y Mateo García de los Reyes (S-84). El S81 es el quinto submarino de la Armada bautizado con el nombre del marino español. Está diseñado para obtener el máximo compromiso posible entre maniobrabilidad, discreción y capacidad de ataque.

El S80 es una plataforma versátil, capaz de realizar una gran variedad de misiones y cuenta con las siguientes capacidades: Guerra anti superficie y anti-submarina, proyecc8ión del poder naval sobre tierra; operaciones en aguas poco profundas; operaciones espaciales y evacuación discreta de personal civil; vigilancia, reconocimiento y recopilación de inteligencia; minado discreto; capacidad de integración en Grupos de combate y capacidad de disuasión.

El S80 supone un salto tecnológico sustancial frente a su predecesor, ya que cuenta con un sistema integrado de control de la plataforma, un sistema de combate integrado y un sistema de comunicaciones integradas. Este grupo de sistemas permite elevar el grado de automatización a la vez que reduce notablemente el número de personas necesarias para operar en el submarino. Dicha automatización se apoya en un alto nivel de redundancia de equipos que, a su vez, permite aumentar la seguridad de inmersión. Por otro lado, es destacable la mejora en discreción con unos elevados estándares de construcción en lo relativo a firmas acústicas y magnéticas.