Todo aquel que se haya dado una vuelta por el centro de Cartagena no tiene que llevar los ojos muy abiertos ni ser muy observador para contemplar que las grúas brillan por su ausencia. A cambio, los solares, la maleza, el deterioro de las fachadas y la pérdida constante de vecinos se han convertido en una cotidianidad, lo que ha ido transformando el otrora foco urbanístico de Cartagena en un escaparate nada atractivo.

Las nuevas construcciones, rehabilitaciones y licencias que se vienen otorgando en los últimos tiempos van dirigidas principalmente al sector del turismo, lo que muestra que, efectivamente, el único atractivo, al menos ahora mismo, que puede tener dormir en el centro es para el turista.

En la plaza José María Artés se ha iniciado la construcción de 13 viviendas, garajes y trasteros en un solar que llevaba décadas abandonado, tras derribar los edificios que allí se mantenían con más pena que gloria y que mostraban la cara más ruinosa de este lado de Cartagena. Aunque la licencia fue concedida hace ya casi dos años, no ha sido hasta hace dos meses cuando se han empezado a mover las tierras, echar el hormigón y levantar los pilares para edificar en una plaza emblemática, junto al Palacio Consistorial y el hotel que rodea toda esa manzana.

En este mismo espacio se ubicaba uno de los bares míticos de Cartagena, La Obrera -vulgarmente llamado el Marrano-, que en otra época se convirtió en un referente para los miles de marineros que llegaban cada año a la ciudad y que encontraban en el establecimiento un lugar idóneo para comer sus bocadillos -como los de patatas fritas-.

Se aceleran las tramitaciones

Hay que recordar que el Ayuntamiento ha iniciado una fase de aplicación de la Ley del Suelo para acelerar la tramitación de construcción de solares abandonados en el casco antiguo y parece que, poco a poco, empieza a surtir efecto. Hace tan solo un par de meses anunció que los propietarios de 25 solares de los 41 sobre los que el Ayuntamiento inició expediente de venta forzosa (más del 60 %) han presentado solicitud de licencia, lo que supondrá la construcción de un total de 170 viviendas, locales comerciales, aparcamientos y una residencia de estudiantes con 97 habitaciones. Se trata de parcelas del casco histórico que llevaban años paralizadas y cuyos propietarios han decidido solicitar permiso para construir antes de que el Ayuntamiento las pase a fase de subasta.

La licencia que supondrá la construcción de un mayor número de viviendas se ha solicitado para el solar situado en la plaza de Risueño, con 48 viviendas previstas. La segunda promoción más importante, con 24 viviendas, locales comerciales y 31 plazas de aparcamiento, estará situada en la calle Duque.

La tercera promoción será de 22 viviendas en la calle Cuatro Santos. Entre los siete edificios resultantes de estas licencias, uno de ellos, ubicado en la plaza de la Merced, supondrá la construcción de una residencia con 97 habitaciones. Además, los bajos podrán destinarse a locales comerciales y existe previsión de plazas de aparcamiento en los edificios de mayor tamaño, incluyendo un aparcamiento en superficie en la calle San Rafael.

La movilización de suelo privado en el casco histórico forma parte de la Estrategia Municipal de Vivienda y continuará en las próximas semanas con los trámites para subastar los 16 solares que aún no tienen licencia solicitada o la tienen caducada. Los servicios técnicos municipales destacan que este procedimiento de edificación forzosa podría solucionar también casos en los que las construcciones permanecen bloqueadas por desacuerdos entre propietarios.

Además, el Ayuntamiento iniciará en breve la segunda fase del procedimiento con comunicaciones dirigidas a los propietarios de otros 40 solares, para instarlos igualmente a cumplir con la obligación de construir.