El Gobierno ha dado un paso en la protección de varias instalaciones estratégicas al aprobar la declaración de ocho cuarteles, bases e infraestructuras militares como zonas de interés para la Defensa Nacional. Tal y como ha publicado el BOE esta misma semana, entre ellas figura el Arsenal de Cartagena, cuya vigilancia y gestión pasan a quedar bajo supervisión directa de la Armada.
La medida, aprobada mediante real decreto en el Consejo de Ministros, afecta a una superficie de más de 1,6 millones de metros cuadrados que incluye el Arsenal, la factoría de Navantia, el muelle del Carbón, el muelle de La Curra, los depósitos de combustible y la estación de calibración magnética de Trincabotijas. También engloba el espacio marítimo y aéreo adyacente, así como terrenos de otras administraciones y propiedades privadas.
La nueva calificación implica un régimen estricto de autorizaciones. Cualquier actuación administrativa que afecte a estos terrenos -desde ordenaciones urbanísticas hasta obras de construcción, transmisiones de propiedad o el uso de aeronaves no tripuladas- requerirá el visto bueno previo del Ministerio de Defensa para garantizar que no interfiera con los intereses estratégicos del Estado. Estas limitaciones se aplican incluso en áreas bajo la Autoridad Portuaria o en zonas donde existan derechos privados.
El Ejecutivo argumenta que esta declaración es necesaria para asegurar la plena operatividad de la Armada y blindar unas instalaciones consideradas esenciales para el adiestramiento y la seguridad nacional.
El decreto, firmado el 3 de diciembre y publicado en el Boletín Oficial del Estado, entra en vigor al día siguiente de su publicación y puede ser recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
