Cartagena

El cerro del Molinete, que sobrevivió a derribos, leyendas y proyectos urbanísticos, encara ahora su plan de futuro

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El Ayuntamiento ha sacado a contratación el Plan Director del Cerro de Molinete para su recuperación, conservación y puesta en valor, en su unidad constructiva y en todas sus partes. Cabe recordar que la colina se integra en la figura que reconoce el Casco Antiguo de Cartagena como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Ley 4/2007, de 16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia y que algunos de los elementos conservados en sus laderas pertenecen a diferentes momentos históricos.

Tal y como relata perfectamente la documentación que justifica la necesidad del mismo, el Plan Director debe ser la herramienta, en la que una vez estudiado el cerro en su totalidad y recopilada toda la documentación tanto a nivel histórico, arqueológico, de conservación y urbanística, entre otras cuestiones, sirva como guía para la adecuada investigación, conservación, restauración, integración urbana y desarrollo sostenible de la colina en estudio, que en la actualidad, se ha convertido en una especie de isla en el centro de la ciudad, con áreas en las que ya se ha puesto en marcha el equipamiento museístico relativo a la puesta en valor de los edificios que rodean el Foro Romano de la ciudad, así como la cima, donde se ha logrado un parque abierto al público, en cuyo recorrido, se pueden observar un buen número de monumentos y conjuntos arqueológicos que rememoran la ciudad de los siglos II a.C. al XVII.

Sin embargo, Cartagena tiene una asignatura pendiente, tal y como subraya el documento, con las laderas norte y sur, donde el debate sobre el desarrollo urbano o patrimonial, se ha desarrollado desde puntos de vista absolutamente polarizados, de manera que sigue pendiente una solución de conjunto que permita combinar la investigación arqueológica con el desarrollo urbano para que ambos puedan confluir, obteniendo el mejor resultado posible para la evolución de la ciudad, una ciudad que en la actualidad destaca por la existencia de un importante número de solares en el Casco Antiguo que condiciona su desarrollo, así como la actividad económica, regeneración social y proyección.

El Plan Director deberá reunir en un documento técnico toda la información necesaria para la correcta comprensión de las particularidades del Cerro del Molinete, su evolución histórica y proyección futura. Ha de resolver qué queremos que sea en el futuro el Molinete, para lo que se habrá de tener en cuenta diferentes aspectos tales como la titularidad de los terrenos, diferenciando entre solares y calles, el potencial arqueológico y museístico en cada una de sus laderas, su valor como espacio ajardinado, los costes de su recuperación, conservación y mantenimiento, así como una propuesta de solución urbanística teniendo en cuenta todo lo anterior, que se pueda aportar como documentación previa para la revisión del Plan Especial del Conjunto Histórico del Casco Histórico (PEOPCH), actualmente en marcha.

En este documento también se ha de contemplar, tal y como relata el mismo, el estado de conservación que presenta en la actualidad, las bases que han de primar en su protocolo de mantenimiento y conservación, así como propuestas para la integración urbanística, la gestión, los programas de difusión, estudios económicos vinculados a las propuestas de actuación, análisis de sostenibilidad, accesibilidad y todo lo pertinente de acuerdo con las características y entidad del bien. Este documento servirá para recuperar de forma rigurosa y coherente la colina, en el paisaje urbano, determinando las zonas en las que se considera oportuno continuar con el proyecto arqueológico, en el área propuesta o proponiendo una nueva delimitación, que contemple el área de desarrollo urbanístico, si así se estima oportuno, a partir de la documentación estudiada y elaborada durante la redacción del Plan Director. A este respecto, este Plan Director ha de marcar el futuro de esta colina, ubicada en pleno casco histórico y teniendo en cuenta todos los estudios previos.

Proporcionará toda la documentación y análisis, realizando una serie de propuestas en las que se ha de considerar el coste económico, de manera que se pueda proporcionar a la sociedad en general y a la comunidad local en particular su conocimiento, disfrute y solución urbana.

De la Arx Asdrubalis a lo planes para eliminarlo

El Molinete es uno de los accidentes orográficos que más y mejor ha caracterizado la topografía y fisonomía urbana de la ciudad de Cartagena en el devenir de los siglos, desde el momento de su fundación hasta el presente. A mediados del siglo II a.C. fue denominado como arx Asdrubalis por Polibio de Megalópolis, por ser este el lugar donde – a decir del historiador griego– levantó sus magníficos palacios el general cartaginés, fundador hacia 229 a.C. de una ciudad que, establecida sobre un precedente asentamiento ibérico, estaba llamada a convertirse en la réplica hispana de Carthago, la capital del reino norteafricano gobernado por Amílcar, y una de las ciudades más prósperas y pujantes de Hispania durante la República tardía y el alto Imperio.

La historia de este cerro, de perfil suave y atractivo, muy apto para el poblamiento humano, ha estado indisolublemente ligada al nombre del general cartaginés, generando una suerte de mito que, con una mezcolanza de historia, arqueología, patrimonio arqueológico y cultural, hallazgos sorprendentes, leyendas y tradiciones, ha calado hondo en el imaginario colectivo popular.

Un pasado tan rico y fecundo no podía más que traducirse en una riquísima estratificación arqueológica, por demás propia de las ciudades caracterizadas por una larga y esplendorosa historia. Desde los siglos XVII al XIX, las obras de cimentación de construcción de aljibes, cisternas y pozos provocaron el hallazgo fortuito y descontextualizado de gran cantidad de objetos de todo tipo y condición, que acreditaban el pasado del cerro y sus antiguos moradores, pero que sin embargo no fueron capaces de concienciar a la ciudadanía de su importancia y magnitud para medir la historia.

De hecho, cuando a finales del siglo XIX se diseñaron los proyectos de ampliación de la ciudad hacia las zonas del antiguo Almarjal, los prohombres de la época discutieron acaloradamente sobre la necesidad de suprimir aquella elevación, aquel altozano que, habitado por mujeres de vida alegre y gentes de baja extracción social, era una mancha y un verdadero obstáculo para el progreso de la ciudad. Por fortuna, la incapacidad financiera del ayuntamiento procuró la salvación del cerro, que periódicamente ofrecía testimonios del esplendor de la urbs romana.

Y así hasta que, en las décadas finales del siglo XX, trabajos arqueológicos dirigidos por un nutrido conjunto de arqueólogos y estudiosos, posibilitaron defender la riqueza histórica y arqueológica de este cerro, ahora convertido en una suerte de tell en cuyos estratos permanecía latente la historia de la ciudad.

Esta riqueza fue contemplada por el Ayuntamiento de Cartagena, que redactó, sometió a valoración pública y aprobó finalmente un Plan Especial de Reforma Interior (PERI) para el cerro y sus inmediaciones en función del cual la edificabilidad se desplazaba a la zona septentrional – allá donde los sondeos probaban la inexistencia o el elevado grado de arrasamiento de los restos arqueológicos–, mientras que la cima y la ladera meridional quedaban como reserva arqueológica donde diseñar y ejecutar, en un futuro, un parque arqueológico en el que integrar, conservar y exhibir la riqueza arqueológica del cerro y su entorno. Todo ello tras adquirir el Ayuntamiento los terrenos de esta colina.

Punto de referencia en la investigación arqueológica

En el momento actual, el Ayuntamiento de Cartagena ha de combinar varias líneas de trabajo que han de avanzar de forma solidaria. Por un lado, el Parque Arqueológico del Molinete, se ha convertido en un punto de referencia en la investigación arqueológica a nivel internacional, dados los interesantes resultados obtenidos en los proyectos desarrollados tanto en la ladera meridional, como en la cima, de la mano de un conjunto arqueológico contextualizado, con un estado de conservación bastante bueno, así como una unidad constructiva e interpretativa que permiten estudiar y comprender, la evolución histórica de este sector de la ciudad.

Todo ello, ha quedado perfectamente consolidado con la apertura al público del Barrio del Foro Romano, con su Museo Foro Romano, así como el Parque cima, convertidos en una referencia de dinamización cultural y turística, siendo una de las zonas más visitadas de la ciudad, en la oferta de Cartagena Puerto de Culturas.

Por otro lado, la sostenibilidad del proyecto, así como su integración en el contexto urbano, contrasta con las áreas de terreno que tras más de dos décadas permanecen a la espera de una solución urbana que permita la recuperación de las calles que han definido tradicionalmente este sector del casco antiguo, con calles ya presentes en el urbanismo de los siglos XVI-XVII de la ciudad tales como la Morería Baja y la Morería Alta, así como Balcones Azules, ya consolidada o las calles Maestro Francés y Subida de la Pólvora, íntimamente relacionadas con la vida y los oficios desarrollados en el cerro, donde durante buena parte de los siglos XVII y XVIII, albergaron la Fábrica de la Pólvora.

De igual manera, se ha de tener en consideración, el nombre del propio cerro, “Molinete”. No es casual que en su cima se encuentren los molinos más antiguos de la ciudad, construidos en el siglo XVI, con aspas castellanas que posteriormente se transformaron en velas latinas…. Y que tras una respetuosa restauración, dibujan el skyline de la colina, habiendo recuperado en cada uno de ellos, los elementos más característicos.

Críticas desde la Coordinadora del Molinete

Por su parte, la Coordinadora del Molinete denuncia que el plan director del Cerro llegará "tarde y mal" y dejará fuera parte del yacimiento y no se dispondrá de él hasta después de que el Ayuntamiento "ya haya metido la pala en la calle Morería sin excavación arqueológica".

En un comunicado de prensa, la Coordinadora apunta que, como ya han señalado reiteradamente la existencia de este documento es fundamental, han pasado más de dos años desde que la petición de este plan fue aprobado por unanimidad en el Pleno del Ayuntamiento de Cartagena y la Asamblea Regional, tres desde que lo exigió el Ministerio de Cultura y aún no estará listo hasta dentro de 9 meses. 

Este retraso ha implicado que el Ayuntamiento ya haya anunciado que meterá la "pala" en el cerro antes de que se apruebe este documento exigido por el Ministerio de Cultura. Concretamente, "es inaceptable que se vayan a iniciar las obras de urbanización de las calles Morería Baja y Cantarerías, sin haber realizado una excavación arqueológica completa de esta zona del Conjunto Histórico Artístico declarado BIC, contraviniendo la protección de un lugar de tanto valor patrimonial, y perjudicando al barrio portuario romano, cuya solicitud de declaración de BIC aún no ha sido informada por los órganos consultivos. Van a empezar la casa por el tejado", explican.

Este plan, además de llegar tarde, "lo hace de forma deficiente y a nuestras espaldas". "No se ha contado en ningún momento con la opinión de los colectivos de defensa del patrimonio ni con la ciudadanía. Peor aún, hemos comprobado que el ámbito del plan deja fuera áreas cruciales como las parcelas de la calle Cantarerías o la calzada romana de la calle Morería, lo que demuestra un desinterés por la conservación integral del conjunto histórico".

"Para colmo", este proceso se está llevando a cabo "sin que se haya hecho público el documento de bases que la Fundación Ars Civilis elaboró con dinero público para la Comunidad Autónoma. ¿Dónde están las conclusiones de ese estudio? La opacidad es total y no podemos tolerar que un documento financiado con los impuestos de todos sea ocultado de esta manera".

El Plan Director, "en lugar de ser una solución, se está convirtiendo en un pretexto para justificar intervenciones ya iniciadas y que ignoran la riqueza arqueológica y la participación ciudadana. La Coordinadora del Molinete no permitirá que se degrade un espacio tan valioso para Cartagena. Exigimos transparencia, respeto al patrimonio y la participación real de la ciudadanía en todas las decisiones que afectan al futuro del cerro", concluyen

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