Cartagena cuenta desde este mes con una nueva voz en el tejido asociativo vecinal. Se trata de la Federación Isaac Peral de Asociaciones de Vecinos de Cartagena (FAVECIP), una iniciativa impulsada por colectivos vecinales que, según sus promotores, nace con la voluntad de renovar el movimiento ciudadano desde la base, con mayor participación, autonomía y compromiso ético.
Pedro Luis Ros Alcaraz, presidente de la nueva federación, ha explicado públicamente los motivos que han llevado a la creación de FAVECIP. “Cartagena necesita una federación que esté auténticamente al servicio de sus vecinos, centrada en sus necesidades reales y libre de intereses particulares o dinámicas alejadas del espíritu democrático y colaborativo”, afirma Ros.
El nacimiento de FAVECIP parte de una crítica explícita a la evolución de la única federación vecinal existente hasta ahora, la FAVCAC. “Durante muchos años, existió una única federación que nació con vocación de representar a todas las asociaciones. Sin embargo, esa representación se ha ido diluyendo y alejando del sentir vecinal”, explica Ros. Entre las carencias que señala, se encuentran la falta de participación efectiva de los barrios, una defensa insuficiente de las reivindicaciones vecinales y un ambiente poco inclusivo para asociaciones con opiniones discrepantes.
Nuevos pilares: transparencia, participación y autonomía
Frente a este diagnóstico, FAVECIP propone un modelo “nuevo, abierto, moderno y adaptado a las necesidades reales de nuestra ciudadanía”. Su estructura se apoya en varios pilares irrenunciables:
Transparencia en todas las decisiones y gestión económica.
Gestión eficaz para apoyar el trabajo diario de las asociaciones.
Participación real, con voz y voto para todos los colectivos.
Autonomía absoluta de cada asociación, sin condicionantes.
Formación y digitalización, con un campus formativo propio.
Código ético y de buenas prácticas, como guía para todos los integrantes.
Medidas prácticas y compromiso social
FAVECIP también introduce medidas prácticas como la eliminación de cuotas innecesarias, la renuncia a una sede física permanente para reducir gastos y la negociación de condiciones bancarias favorables para las cuentas de las asociaciones.
Además, se compromete a hacer un seguimiento activo de las reivindicaciones vecinales ante las administraciones y a participar con voz propia en plataformas ciudadanas y comisiones municipales relacionadas con la sanidad pública, la recuperación del Mar Menor, el patrimonio, la defensa de las personas mayores o causas medioambientales como la Bahía de Portmán, Cala Morena o los suelos contaminados.
“Otra forma de federarse es posible”. La nueva federación se presenta con una firme vocación de servicio y una apuesta clara por una Cartagena “más justa, democrática y participativa”. “No queremos replicar estructuras ni competir con nadie”, subraya Ros, “sino construir una alternativa útil y abierta donde todas las voces cuenten”.