Esta misma semana la empresa Pegiro ha sido la adjudicataria del proyecto y ejecución de las obras de instalación de elementos de sombra temporales en la calle del Carmen de Cartagena, valorado en 775.000 euros. Empezada ya la temporada veraniega y con una ola de calor que no tiene intención de abandonar la ciudad, el sol hace su trabajo y las calles de Cartagena, la gran mayoría sin el arbolado necesario para refugiar a paseantes, veraneantes y vecinos, se convierten en un ‘asadero’ y expulsan cualquier intento de disfrutar en la calle estos días de vacaciones.

La calle del Carmen cuenta con casi 300 metros de longitud y 4.500 metros cuadrados de superficie. La elección de esta vía responde a su actividad comercial, a la variabilidad en su anchura y a la presencia de edificios históricos que dificultan el anclaje en fachadas, lo que permitirá demostrar la capacidad de adaptación de este modelo.

Pues bien, una vez adjudicado, se procede a la firma del contrato -hasta 15 días-, que también tiene unos plazos y, después, a la obra en sí -como mínimo tres semanas-, al ‘quid’ de la cuestión. Esta circunstancia supone días y más días para un proyecto que ha sido criticado por los partidos de la oposición de mil y una manera por los retrasos constantes, el proyecto cambiante y la realidad actual, una vía en el casco histórico que sigue sin sombras.

Desde el Ayuntamiento de Cartagena explican que  la empresa encargada del proyecto ya está trabajando y no tiene previsto agotar los plazos, ya que se trata de una compañía “seria y solvente”.

El objetivo es ofrecer una solución definitiva -no un experimento provisional- para mitigar el calor y la alta insolación en la calle del Carmen, especialmente durante los meses más calurosos. Esta medida se implantará primero en esa zona, pero está previsto que se extienda también a otras calles del casco histórico. Si todo sigue según lo previsto, la solución estará operativa en agosto y se prolongará a septiembre e incluso, posiblemente, en octubre, dado que las altas temperaturas suelen mantenerse hasta bien entrado el otoño.

El proyecto no solo aborda la adaptación climática de la ciudad, sino que revaloriza el patrimonio arqueológico, al establecer una conexión simbólica entre los suelos romanos de Cartagena y este nuevo cielo textil contemporáneo.

El Proyecto TEseLAS arranca como una solución modulable y reversible, que podrá implantarse de forma progresiva y ajustarse a las particularidades arquitectónicas de cada calle, respetando el entorno protegido del conjunto histórico y sus elementos catalogados